Protestas menguan despacho de gasolina
Más de una hora esperó para surtir de gasolina el tanque de su Caprice el chofer de la línea de La Limpia, Segundo Zambrano, en la estación de servicio Santa Fe, ubicada en la misma avenida donde trabaja.
“Toda esta semana las bombas han estado full. Nos toca aguantar sol y calor parejo, para poder salir a trabajar”, comenta el transportista.
Mientras le despacha al señor Segundo, Juan Carlos Simanca, “bombero” de la gasolinera repite los comentarios que ha escuchado sobre el retraso de las gandolas de combustible. “
Parece que en Bajo Grande no hay gasolina y las gandolas tienen que ir hasta Falcón para surtir y traer”, señala el despachador.
Solo una vez al día están despachando las unidades en las estaciones de servicio, cuando por lo general, eran al menos tres diarias, cuenta José Moreno, trabajador de la estación de servicio El Turf, en la Circunvalación 2. “Una sola gandola al día y eso no nos dura más de seis horas”, asegura el trabajador.
Al final de la tarde, la mayoría de las bombas de la ciudad están cerradas por falta de combustible, por lo que al día siguiente amanecen abarrotadas de choferes con sus vehículos, a la espera de la gandola.
En medio de la cola, Leonardo González vocifera: “eso es por las guarimbas. Tienen las gandolas retenidas por temor a que las ataquen en alguna manifestación”, indicó el conductor de una camioneta Fortaleza blanca.
González asegura que en zonas como Los Andes, la gente no está dejando entrar los cargamentos de gasolina, durante las protestas.
El “bombero” asiente y comenta que incluso en algunas estaciones de servicio se recibió una comunicación por parte de Pdvsa, donde explican que el poco abastecimiento es por las protestas.
