“Preparen las velas, viene un gran apagón”
La mística es lo único que hace que un trabajador trepe sobre cables de alta tensión sin el adecuado control de seguridad. En Corpoelec, unos 4.500 trabajadores en todo el país esperan respuestas del Gobierno. Sueldos pírricos, escasez de equipos de seguridad y nula capacitación llevó a levantar la voz ayer, por segundo día corrido, a personal de la estadal.
La situación energética en el país es delicada y en la entidad se consume tres veces más energía que todos los estados del país. Así lo informaron los trabajadores de Corpoelec en una concentración realizada ayer, en una de su sedes, en la vía a Perijá, donde, además, advirtieron que los racionamientos se agudizarán. “Podrán ser por más de cuatro horas y hasta por días, debido a un colapso inminente del Centro Nacional de Despacho de la Electricidad”, expresó Álvaro Blanco, trabajador.
Rubén Rosario, inspector de Corpoelec, le habló directamente a las comunidades ante un escenario a corto plazo. “Preparen sus velas porque llegará el momento en el que habrá un blackout, es decir, un apagón general. Volver a levantar el sistema puede tomar una semana”.
Cortocircuito
Los trabajadores enfatizaron no ser los culpables de esta crisis eléctrica. No cuentan con los implementos de seguridad ni con las condiciones de trabajo para atender a la colectividad. Blanco denunció faltas: “Ni papel higiénico, ni agua, ni hielo. Compramos nuestros uniformes, trabajamos sin guantes ni cascos”. Ha sido, a su juicio, la mala gestión del Gobierno nacional lo que ha llevado el declive de la energía.
Maracaibo solo cuenta con dos camiones Z. En San Francisco solo hay uno y para ambos municipios hay un solo camión de escalera. En todas las corporaciones de la región hay cementerios con más de 850 camiones varados. “Compramos hasta la gasolina para usarlos, de nuestro bolsillo ha salido para cancelar repuestos y cauchos”, se quejó Blanco.
Racismo eléctrico
“El Niño” no es el problema, insistieron. Son las represas eléctricas que pudieron, según los expertos de electricidad, paliar la situación por medio del parque de generación nacional. “No se les hizo los mantenimientos necesarios ni preventivos, por eso las máquinas están echadas a perder”, añadió Rosario, acotando que la planta Ramón Laguna quedó sin agua. Su capacidad debería estar en 80 % y apenas llega al 10 por ciento.
Las turbinas generadoras de 300 megavatios están entre los 80 y 45 megavatios. Cerca del colapso. Los empleados no solo esperan que se les mejore las condiciones salariales (un trabajador en escala uno gana solo 12 mil bolívares) sino que el servicio eléctrico sea el mejor para todos los zulianos.
Aseguraron que los racionamientos en la entidad arropan principalmente a las comunidades ubicadas en los estratos C: barrios y sectores humildes, como Los Cortijos, y barrios populares del municipio San Francisco, La Curva de Molina, todo el oeste de Maracaibo.
El norte de la ciudad no es tocado por Corpoeelec, según sus trabajadores, tampoco La Urbanización Coromoto, mayor consumidor del municipio San Francisco. Además, los bajones improvisados mayormente de madrugada solo generan más hurtos. “Cuando hay racionamiento se roban los cables subterráneos de las autopistas, por eso están sin luz”, aseguró.
