El diario plural del Zulia

Pobres y ricos, venezolanos hacen maromas para conseguir agua

La gravedad de la crisis energética quedó confirmada con el racionamiento eléctrico de 30 días anunciado el domingo por el presidente Nicolás Maduro

Unos acuden a pozos naturales, otros a alcantarillas y algunos más la venden a precios impagables para la mayoría.

Los apagones someten a los venezolanos a una escasez de agua desesperante que no distingue clases sociales.  En una colina de la barriada caraqueña de Petare, dos manantiales ayudan a paliar la sequía que se presenta desde inicios de marzo, cuando el país petrolero entró en una suerte de túnel con masivos cortes eléctricos.

Día y noche, cientos de personas llenan bidones, baldes, botellas o cualquier recipiente con el líquido, que solo sirve para bañarse o lavar ropa, pues no es apto para el consumo.

"Nos falta el agua, la luz; los apagones son horribles, se nos daña la comida. La estamos pasando mal, no hay transporte, no hay nada", dijo Ernestina Velasco, de 78 años, en su precaria casa del sector 24 de marzo, de calles de tierra. Desarreglada, enumera las penurias que se multiplican por la falta de energía, especialmente la imposibilidad de bombear el agua, si bien el suministro de este recurso es un mal crónico en su barrio. Las tarifas en el país son ínfimas, pero el servicio es deficitario.

"Gracias a Dios tenemos eso ahí", se consuela la mujer refiriéndose a los pozos, uno de los cuales brota en un barrizal. "Es un caos, es de salir corriendo", añade.

"Estamos sequitos, no tenemos una sola gota", atestigua su amiga Carmen Moncada, mientras muestra un pipote vacío.

La gravedad de la crisis energética quedó confirmada con el racionamiento eléctrico de 30 días anunciado el domingo por el presidente Nicolás Maduro, quien además redujo la jornada laboral de ocho a seis horas.

En tanto las clases, suspendidas desde el 26 de marzo, se reanudarán el próximo miércoles, anunció el mandatario.

Agua en dólares

Maduro insiste en que la emergencia es producto de "ataques multiformes" de Estados Unidos para derrocarlo a favor del líder opositor Juan Guaidó, reconocido como mandatario encargado de Venezuela por más de 50 países.

La falta de agua se repite a lo largo del país, de 30 millones de habitantes, y no discrimina. En un parque de Caracas, un abogado de clase media alta llegó para comprar una cisterna y abastecer el edificio donde vive en el privilegiado sector de La Castellana.

Lea también
Comentarios
Cargando...