El diario plural del Zulia

Pensión no alcanza para gastos médicos

Algunos antibióticos cuestan hasta 50.000 bolívares, mientras que los fármacos para regular el azúcar casi llegan a 40.000

Tener un subsidio por concepto de seguridad social no es ayuda suficiente para Graciliana de Villavicencio, una pensionada zuliana de 80 años. Sufre de bajas constantes de la tensión, además de subidas de los niveles de azúcar.

Es una mujer incansable. Todos los días acompaña a uno de sus hijos en su negocio de venta de víveres, ubicado en el sector Sierra Maestra, en San Francisco, donde también reside.

Su pensión es de 188 mil bolívares al mes, monto que se esfuma a la hora de adquirir medicamentos. Apenas para eso le alcanza.

“Gracias a Dios me ayudan mis seis hijos, porque eso no es nada”, dice. En las farmacias de Maracaibo y San Francisco, 10 tabletas de metformina cuestan Bs. 35.000 y el amaryl supera los 3.000 bolívares, ambos son fármacos para el control del azúcar en la sangre, que Graciliana debe tomar a diario.

Los gastos de la pensionada incrementan cuando amerita un antibiótico para enfrentar la fibrosis pulmonar que padece: el blíster de solo 10 pastillas de cipro oxacina vale Bs. 50.000.

Rezagados

Sofía Navarro tiene 80 años de edad y no tiene pensión, aun cuando sobrepasó la edad mínima requerida y laboró durante su adultez temprana.

El artículo 27 de la Ley del Seguro Social sentencia que: “El asegurado o la asegurada, después de haber cumplido 60 años si es varón o 55 si es mujer, tendrá derecho a una pensión de vejez; siempre que tenga acreditadas un mínimo de 750 cotizaciones”.

La octogenaria no ha recibido información sobre la aprobación de su solicitud, a pesar de tener sus cotizaciones en regla y con ello se ha tenido que conformar.

“Sufro de osteoporosis y ni siquiera a precio caro puedo comprar los medicamentos porque no se consiguen por ningún lado”, lamenta.

Una alternativa para Graciliana es acudir al Banco de Drogas del Sur (Bansur), en busca de dotación gratuita o regulada de fármacos, pero hace un mes no llega ni el amaryl ni la metformina. Tiene que buscarlos por fuera, reuniendo de 10.000 en 10.000 diarios. Esto es apenas lo que el Banco de Venezuela le otorga de su mensualidad, tras cada larga cola.

A mediados del año pasado fue hospitalizada en el Centro Clínico Medisur, en Sierra Maestra, por una recaí- da. El costo de una semana recibiendo insulina sumó unos 190 millones de bolívares. Teme un episodio similar porque “con la pensión no podría cubrir ni siquiera un día”, asegura.

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