El diario plural del Zulia

Padres enseñan en casa para rescatar el año escolar

La última vez que Luisana Muñoz fue a clases —hace poco más de un mes—, en la Unidad Educativa María Teresa Áñez Navas, ubicada en las inmediaciones de las Torres del Saladillo, sus padres lograron sacarla del lugar pasadas las 9:00 de la noche. Ese día, las protestas caldearon los ánimos en la zona y los gases lacrimógenos se colaron en los salones. La menor se refugió en casa de un familiar, hasta que hubo acceso al conjunto residencial.

“Desesperante”, así lo describió su padre, Jaime. Desde entonces, la adolescente, de 13 años de edad, no volvió al salón de clases, así como aproximadamente el 30 % de la población estudiantil, según cifras ofrecidas en días pasados por el secretario de Educación del Zulia, Neuro Ramírez, quien señaló que el año escolar 2016- 2017 está en riesgo.

Ante las faltas, los representantes y las instituciones se ven en la obligación a establecer medidas de contingencia, para rescatar el cronograma educativo de los alumnos. El padre de Luisana explica que en la institución donde su hija cursa el 2do año de bachillerato, se acordó la asignación de actividades a través de una plataforma web educativa, para aquellos alumnos cuyos padres decidieran no enviarlos a clases por temor a las manifestaciones.

“Se nos envió un cronograma de tareas que los alumnos deben entregar, para cada asignatura. Deben ser a mano para garantizar su autoría”, detalló Muñoz, quien aseguró que es la mejor manera de mantener a su hija a salvo, mientras la situación mejora.

El mismo temor invade a Raquel Tarazona. Su pequeña Alessandra cursa el quinto nivel en el preescolar Kai- Kashi, en la avenida Fuerzas Armadas, foco constante de manifestaciones, que impiden los accesos hasta el plantel, razón por la cual la madre prefiere no enviar a la niña a clases, y asignarle tareas en casa.

“Los días que no va, me siento con ella y hacemos las tareas faltantes en sus libros. Las maestras nos recomiendan repasar lectura y dictado todos los días, si preferimos no llevarlos. Hace una semana la niña no asiste y que vaya, depende del cronograma de protestas”, reiteró Raquel.

Las instituciones, sin embargo, se mantienen operativas, tras la prohibición de la Zona Educativa de suspender las actividades por manifestaciones y la advertencia de sanciones con multas de entre 250 y 500 Unidades Tributarias (UT), o la inhabilitación de directores por 10 años, además de la pérdida de la licencia de los planteles.

 

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