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Pacientes usan fármacos veterinarios ante la escasez [+Fotos]

Especialistas advierten sobre los riesgos de la ingesta humana de productos para animales

Norberto Peley necesita tomar una pastilla de Prednisona cada ocho horas para evitar perder el movimiento de ojos, párpados, su expresión facial y funciones digestivas como masticar.

Los familiares del hombre, de 52 años, no encuentran el tratamiento en las farmacias marabinas y hace dos meses optaron por suministrarle cápsulas para uso veterinario; aún cuando algunos médicos neurólogos desaprueban la desesperada medida.

“Como no se consigue, los médicos que tratan a Norberto en un reconocido hospital de la ciudad, le recomendaron buscar la Prednisona de 50 miligramos para caninos, que es la misma dosis que debe tomar como adulto”, comenta Heduvilia Daza, madre del afectado, quien asiste cada semana a la Farmacia de Alto Costo de Maracaibo, situada en la avenida Paúl René Moreno Camacho del sector Canchancha, para ver si tiene la suerte de obtener el producto farmacológico.

También busca Mestinón de 60 miligramos. Cada día la respuesta es la misma: “La existencia del esteroide está agotada”. Peley forma parte de los pacientes crónicos que claman auxilio.

Riesgos alternos

El padecimiento de Norberto es neuromuscular y degenerativo. Desde hace 15 años es paciente miasténico; una enfermedad autoinmune y crónica que, según el grupo informativo Asociación Navarra de Miasténicos (Anamis), está caracterizada por grados variables de debilidad en los músculos esqueléticos o voluntarios del cuerpo. Gracias a las terapias actuales, la mayoría de los casos de miastenia gravis tienen un elevado porcentaje de esperanza de vida, pero la falta de medicación vulnera a quienes sufren dicha condición.

El neurólogo Vinicio Villalobos, con 20 años de experiencia, señala que el trastorno se produce cuando los glóbulos blancos dejan de reconocer a los receptores de acetilcolina presentes en los músculos. “Si hay mucha debilidad se paralizarían los músculos respiratorios. Es importante que el paciente se medique”, resalta.

El galeno, que labora en la Clínica Falcón, comenta que ha escuchado que algunos pacientes ingieren medicamentos de uso veterinario.

 “No lo recomiendo, no es el deber ser. Los esteroides como la Prednisona son sustancias que tienen efectos secundarios. Si no se administran correcta mente pueden generar una hipertensión arterial, aumentar la glicemia, causar problemas en la piel, edemas, entre otros”, indica.

Práctica en aumento

David López trabaja en un establecimiento de venta de artículos para animales, ubicado en la avenida La Limpia. Afirma que desde mediados del año pasado todos los días recibe la visita de personas que buscan medicamentos. Pero no para sus mascotas, sino para consumo humano.

“Han llegado con bebés que tienen escabiosis. Vienen con récipes buscando Ivermectina al 1 % para extraer dos centímetros cúbicos y diluirlos en 200 mililitros de cremas para la piel, que aplican dos veces al día. Explican que harán esos procedimientos. También lo compran para el lupus”, dice.

De acuerdo con la opinión de veterinarios consultados, algunas drogas destinadas a los animales no deben ser prescritas a seres humanos ni viceversa, ya que no todos los principios activos, fabricados para unos y otros, poseen la misma composición.

Una veterinaria, que pre ere no revelar su identidad, señala que algunos citadinos llegan a su consultorio solicitando Omeprazol, amoxicilina, entre otros fármacos.

En el caso de la Prednisona, el calcio y las vitaminas en realidad sí pueden administrarse a personas porque se trata de la misma medicina; pero son los médicos quienes deben establecer las dosis.Hay otros productos que los humanos no deben tomar y algunos no lo saben y se automedican”, sostiene.

Neurólogos insisten en advertir que la medicación debe ser especial para seres humanos. En los anaqueles de las farmacias del casco central de la ciudad el Mestinón está ausente desde finales del año pasado y cuando llega, la cantidad de cajas no cubre la demanda.

El inhibidor de la acetilcolinesterasa tampoco se halla en el Banco de Drogas Antineoplásicas (Badan). Heduvilia Daza afirma que no desistirá de la medida mientras necesite medicar a su hijo.

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