Niños zulianos son más vulnerables al cáncer
Estreñimiento, dolores en las piernas, muchos días de fiebre y un desmayo en el colegio fueron los síntomas que antecedieron un diagnóstico desalentador para Diego Alejandro Avendaño Carmona. A sus 5 años enfrenta un neuroblastoma metastásico de alto riesgo, que fue detectado hace trece meses en su sistema nervioso central, específicamente en la glándula suprarrenal derecha.
No siempre hubo claridad en cuanto a sus síntomas. En su primera hospitalización, que duró 27 días, no había respuestas para sus repentinas dolencias. No fue hasta la tercera hospitalización que se aclaró el panorama. “Diego tiene cáncer”. El mundo se desplomó para sus padres, Alixa Carmona y Sergio Avendaño.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un reporte que posiciona el cáncer infantil en un 13%, lo que representa un aumento en los últimos veinte años a nivel global. Según los datos, la causa de esta alza podría ser la mejora en los métodos de detección. Sin embargo, infecciones y contaminantes ambientales serían también responsables, por lo que expertos trabajan en recopilar mejores datos a nivel mundial para establecer todas las causas.
Diego es ahora parte de ese porcentaje. Tras 70 sesiones de quimioterapias, suministradas en el Hospital de Niños JM de Los Ríos, en Caracas —donde nació y reside junto a sus padres—, su cuerpo sigue deteriorándose. Alixa asegura que estas no eran las quimios que requería para el tipo de cáncer que presenta. Hace dos meses no recibe más que esteroides para minimizar sus síntomas.
Alixa lo describe, antes y después del cáncer: “Estudiaba segundo nivel de preescolar. Como todo niño se la pasaba alegre y jugando por todos lados. Era activo y practicaba Kick Boxing —deporte de combate japonés—. Hoy ya no va a la escuela. Sus síntomas son muy fuertes. Casi no camina y se la pasa decaído, aunque su enfermedad lo ha hecho madurar y aferrarse a Dios. Todas las noches me pide que oremos y está seguro que el Señor lo va a sanar”.
Señor lo va a sanar”. Según la OMS un tercio de los casos en menores de 15 años fueron de leucemia —cáncer en la sangre— y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) publicó cifras relativas a adolescentes con cáncer, que aseguran que hay 185 adolescentes diagnosticados con cáncer por cada un millón, donde lo más común es el linfoma.
Ninguno de estos dos es el tipo de cáncer que está deteriorando a Diego, sino un neuroblastoma metastásico, remotamente tratado en Venezuela, donde incluso no hay tratamientos disponibles. Las esperanzas del pequeño y su familia están depositadas en la aprobación de la ayuda fundación Simón Bolívar, para viajar hasta Barcelona, España, para recibir el tratamiento adecuado en el Hospital Sant Joan de Deu.
La fundación aún no aprueba la ayuda y según las respuestas que han ofrecido a Alixa no hay un tiempo estimado para ello. Diego debe esperar, mientras su sistema sigue deteriorándose.
La IARC, en uno de sus hallazgos publicados en la revista médica Lancet Oncology, dice que los números en los registros globales del cáncer han aumentado desde la década de los 80. Entre 2001 y 2010, por cada millón de niños hubo 140 menores de 14 años diagnosticados con cáncer, lo que representa este aumento del 13 %.
