El diario plural del Zulia

Niños con cáncer siguen sin quimios

Los niños con el tapaboca siempre guardan la esperanza. Muchas veces ni ellos mismos saben que padecen una enfermedad, en ocasiones, mortal. Esto no parece ser sensible ante las gestiones de los altos gerentes del país ni de directores de instituciones de salud. Oídos sordos que han roto el silencio de los padres en emergencia, aquellos que luchan por salvar a sus hijos de las garras del cáncer.

El lunes volvió a amanecer la Fundación Hospital de Especialidades Pediátricas de Maracaibo sin jeringas, sin quimioterapias, ni soluciones para su aplicación. Denuncia repetida que ha sido anunciada en protestas pacíficas por los padres de los 210 niños que allí permanecen. Han cerrado calles y avenidas. La cabecera del Puente Rafael Urdaneta fue el último escenario, uno de los más aguerridos donde algunos militares quisieron callar sus voces. No pudieron.

Auribel Colina, miembro de la Fundación Compañeros de Batalla, y madre de una pequeña llamada Paula o “Paulita”, como la conocen sus familiares, no ha callado su lucha. Ella denuncia por su hija y por los hijos de los demás. “No tenemos jeringas y ya están costando casi 400 bolívares. Yo gasto tres cada vez que a Paulita le van a hacer el tratamiento”.

El Ara-C, fármaco necesario para el protocolo a seguir en caso de niños con leucemia, permanece escaso. “No llega constantemente y ya llevamos un año así. Las que llegan -que son 10 ampollas- van dirigidas para hacer las intratecales, es decir las que se inyectan directamente a la médula”, explicó Auribel.

Las soluciones de 0.30 y 0.45 que sirven para el tratamiento de la quimioterapia tampoco está disponible en la farmacia del FHEP, en el mercado “negro” les salen en dos mil 700 bolívares, y si van hacia Colombia unos tres mil 200, sin contar el pasaje, que hasta Maicao está en 12 mil bolívares, ida y vuelta. “Somos los mismos padres los que hemos abastecido el hospital”, comenta la también vocera de la sociedad de padres del centro de salud.

Azitromicina, ni Bactrón. Esos tampoco están y los niños deben usarlos semanalmente.

Ángel Rodríguez, de cinco años, también recibe sus quimioterapias en el centro de salud para niños. Tiene un año y tres meses de ser diagnosticado con Leucemia Bifenotípica. Casi el mismo tiempo en el que inició la precariedad en el hospital. Karel Chapman, madre de Ángel, lo ha vivido. Cada dos meses debe comprar el Ara-C en Colombia. La última vez gastó 64 mil bolívares, en total, eso sin contar con los catéteres, el algodón y el alcohol que ha tenido que comprar. “Es duro. Llegan algunos medicamentos pero son pocos para todos los niños”.

Gobierno

En el mes de mayo del presente año, el director del FHEP y actual secretario de Salud, Richard Hill, señaló que le habían solicitado en varias ocasiones al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales los fármacos necesarios. Días después abastecieron con 26 principios activos que se traducen en dos mil 86 unidades de medicamentos, cantidad que tampoco fue suficiente para las necesidades de los pacientes.

Auribel señala que mantienen buen contacto con Hill quien ha hecho todo los trámites necesarios para obtener las quimioterapias, sin embargo asegura que en reuniones a puertas cerradas con personas del Ministerio de Salud, les han alegado que ellos mienten. “Nos dicen que sí hay quimioterapias”, ellos no saben dónde están, mientras tanto continúan buscando el dinero para mantener vivos a sus hijos.

 

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