Multas de tránsito han bajado 96 % en Maracaibo
En la mañana del 26 de febrero quedó oficializado. Así lo establecía la Gaceta número 40.608. No hubo vuelta atrás, el Gobierno ordenó la intervención de la Policía de Maracaibo (Polimaracaibo) y 16 meses después de esa ejecución la operatividad del cuerpo policial se encuentra ausente de las concurridas calles marabinas.
Para ese momento, su director era José Luis Alcalá Rhode, un abogado penalista a quien un tiempo atrás le fue reconocida su gestión al frente de la institución por el ministro de Interior Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres. El líder de la policía marabina argumentó que se trataba de una decisión política. Actualmente lo sostiene.
La desaparición de uniformados citadinos se percibe. “Ya ni se ven”, expresan los usuarios del casco central. La mayor virtud de Polimaracaibo en otrora era el control de la seguridad vial. Ahora son las colisiones automovilísticas las que frenan los vehículos en la Maracaibo convulsionada.
Desde enero de 2014 a enero de 2015, el ente de seguridad impuso 17 mil 834 multas por infracciones de tránsito. “Se han reducido en 96 %. Solo van 376 en el año”, señaló Alcalá Rhode.
Descenso
Según las estadísticas del penalista durante su estadía como líder, las multas de mayores incidencias se producen por el irrespeto a las señales de tránsito. “Eso ocasiona un incremento de índice de accidentes”, dice.
En el segundo renglón están las multas por obstaculizar el libre tránsito al estacionar los vehículos en las aceras, y la falta de documentación, es la tercera causa de sanción en la entidad.
El por qué del descenso abismal en la imposición de castigo, es la pregunta de todos. Alcalá Rhode destaca que bajaron por dos razones: “La primera porque el ingreso correspondiente a las multas entra a la Alcaldía de Maracaibo y lo han utilizado desde el punto de vista político, para evitar que obtenga recursos”.
El otro punto se lo atañe a la deserción de oficiales. Al irse, el abogado dejó 982 efectivos -hoy quedan 503-, detalla. Asimismo, explicó que en formación estaban 400 estudiantes.
La carencia de las unidades patrulleras también es otra de las razones. A su salida el jurista informó que habían 44 unidades policiales, de las cuales quedan activas tres, lo que a su juicio impide el desarrollo para poner en orden la ciudad. Las 264 motocicletas que estaban operativas en su gestión se redujeron a 53.
Aseguró que todo lo que tiene que ver con competencia de vialidad y transporte es competencia de Polimaracaibo, “e incluso es el brazo de apoyo del Instituto Municipal de Transporte Colectivo Urbano y de Pasajeros de Maracaibo (Imtcuma), para establecer las multas a aquellos conductores que cobran exceso del pasaje”.
Cambió el esquema
Actualmente el general Rubén Ramírez Cáceres es el director de la institución. Asumió el 3 de marzo de 2015.
Hasta ahora su liderazgo dentro de las filas del organismo, no es tan reconocido. Mientras que en las avenidas reina la impericia de las autoridades.
La ausencia de los uniformados se debe al cambio en el esquema, sostiene Héctor Otalora, subdirector del ente de seguridad. “Polimaracaibo siempre ha estado en las calles, tenemos puntos de control y 117 motorizados desplegados”.
Explica que debido a la nueva estructura los funcionarios están organizados en tres parroquias: Juana de Ávila, Olegario Villalobos y Santa Lucía. Eso se hizo de acuerdo a las instrucciones del Gobierno nacional, quien planteó un nuevo sistema policial que se llama “pie de fuerza”.
El comisario resaltó que con el nuevo esquema se le dieron a las policías diferentes responsabilidades.
Desmintió que exista una fuga de oficiales y resaltó que la nómina es de 719. “Solo han salido 40 oficiales que ya traían expedientes administrativos y tuvieron que ser dados de baja”.
Asimismo, detalló que las cifras que manejan hasta finales de 2015 son de 15 mil 470 multas entregadas y desde enero hasta mayo del presente año han sancionado a mil 634 personas.
Concordó con Alcalá Rhode en que las infracciones más comunes son por la violación de las señales de tránsito, seguida del deterioro de los automóviles y la falta de documentos de titularidad, licencia de conducir y carta médica.
