El diario plural del Zulia

Monseñor Lückert agradece a la Chinita recuperarse de cirugía cerebral [+Fotos]

La Basílica de Nuestra Señora del Chiquinquirá se abarrotó este domingo, parecía que la feligresía hubiera sido convocada para recibir, con solo 12 días de haber salido del quirófano, al Arzobispo Roberto Lückert León, donde lo intervinieron para drenarle un hematoma cerebral. Los aplausos y muchas lágrimas fueron parte de la eucaristía.

Muchos no salían del asombro, como la señora Elvia de Soler, quien aferrada a su rosario contó que pedía por él todas las noches. Verlo la alegró, sus aplausos fueron la evidencia.

monseñor 2 HM version final  Aunque se esperaba que monseñor solo hiciera acto de presencia, él decidió tomar el micrófono y dar la homilía. Como si la cicatriz en su lado izquierdo de su cabeza, que a distancia se notaba viva, reciente, no formara parte de él. Como si las cinco caídas y el riesgo no hubiera formado parte de las últimas semanas en las que debió ser intervenido de emergencia. Monseñor Lückert se disfrutó la eucaristía.

Le fue a dar gracias a Dios y la virgen Chinita, que para él, es el centro del Zulia. Al finalizar la eucaristía, se volteo hacia a ella, subió la mirada y mientras todos los feligreses cantaban el Gloria a ti, el Obispo cerró los ojos.

Aún a salvo y con buen semblante, “le pedí, claro que le pedí, por Venezuela, por mi familia, por mi y le dije que si me va a dar larga vida que me la de con salud”.

Conversación estable
El abismo que lleva el país le demostró al obispo que la solidaridad venezolana es el mejor argumento ante la adversidad. No conseguía medicamentos, las redes sociales, como las de cientos de venezolanos, también fueron su enlace para recuperarse.

“Hubo un señor que me pidió disculpas porque se había tomado una de las pastillas de la cajita que me había comprado”, relató.

monseñor 4 HM version finalPara el obispo el gran responsable es el Gobierno, quien mantiene con mentiras a los ciudadanos. “Este es un gobierno muy mentiroso. No hay medicamentos, los hospitales están vacíos, los reservorios están vacíos, y quienes se están muriendo los pobres”.

Le ha tocado escuchar los problemas de otros, buscar las formas de aliviarlos, pero desde el pasado 28 de marzo, cuando fue intervenido quirúrgicamente, le tocó vivir la realidad, que si bien arropa desde lo alimentario hasta lo educativo, la salud está en penumbras. Pero insistió en la solidaridad, y el ser agradecido, sentimiento “que más conmovieron a Jesús”.

Su intervención “no fue de una espinilla, a mi me sacaron un hematoma muy grande que tenía en mi cabeza, sino llegaba a tiempo me hubiera muerto”, lo recordó pero aseguró sentirse muy bien. Las redes sociales se convirtieron en ese enlace no solo de oraciones, sino de ayudas para usted, medicamentos, insumos.

—¿Cómo hace el venezolano para ser solidario en esta crisis?
La gente está consiguiendo sus medicamentos a través de la solidaridad, de lo poco que tenemos compartirlo con los que no tienen nada. Es un valor que tiene el venezolano en estos tiempos de crisis que debemos explotarlo.

monseñor 3 HM version final—¿Qué tiene en especial la Basílica?
Los políticos han querido dividir el Zulia, pero no han podido acabar con la devoción a la Virgen que es única. Antes nos unía al lago, ahora lo que nos une es la devoción por la Virgen del Chiquinquirá, y como zuliano vine a dar gracias a nuestra madre, la Virgen.

Una multitud lo persiguió al salir. Hombres y mujeres lo abrazaron y daban gracias al cielo por tenerlo vivo. “Bendígame el agua, Monseñor. Aquí le traje este rosario, con él yo recé, recé mucho por usted”. Sudaba, pidieron espacio para que saliera, pero él insistía en dar gracias y abrazar a las personas que pidieron por él.

—¿No tiene miedo en recaer, incluso, no le dio miedo recaer en plena eucaristía?
Suspiró, y admitió que ahora sufre me miedo escénico. Pero no tiene miedo de recaer, ya ha tenido varias, en su mayoría en público. “Estoy seguro del éxito de la operación pero no de que me vaya a dar un “tuyuyo” en una asamblea como la de hoy (domingo) que estaba abarrotada la Basílica”, expresó con risas.

Y así estuvo, alegre, en su iglesia, con su gente de la que no piensa desprenderse. Tiene una diócesis muy grande 24 mil 800 kilómetros cuadrados, “muy marginal, muy abandonada; 17 años de total abandono, la vialidad el agua, la luz, la comida. El pueblo falconicano está manos arriba y el gobierno nacional no se hace presente”.

Aferrado a Venezuela
Confía. El arzobispo Lückert está seguro que solo los venezolano pueden avivar la esperanza. El país es grande, no solo en su riqueza, su petróleo, sino en su gente, su otra gran hermosura, expresó. “El 70 por ciento de nuestra gente es menor de 30 años, eso es un gran musculo. A ellos debemos formarlos, porque otros países salieron de sus crisis a través de la educación y el trabajo. No podemos seguir alentando flojos con las misiones que es
pura flojera”.

Sabe que debe cuidarse, pero sabe aún más que debe aparar por los necesitados, por el país. Sabe que de los venezolanos depende sacar el país adelante, “debemos rescatar a Venezuela a través de la educación y el trabajo”.

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