Mascotas también reciben remesas: hasta $ 50 envían los zulianos en el exterior a sus animales

Unos 50 dólares mensuales recibe Ana Suárez para alimentar a sus cuatro gatos, y un pequeño perro, los cinco son mestizos, ese dinero proviene de remesas que envía su hija desde New Jersey, donde esta residencia hace poco más de un año.

Con ese dinero Ana debe comprar el alimento para gatos que el kilo sobrepasa los Bs.S 1.000 y también comprar el alimento de perros, hasta le alcanza para llevarlos a la consulta veterinaria y peluquería.

“Mi hija me envía mensual unos 200 dólares para distintas cosas que debo gestionar aquí, entre eso me dice aparta 50 para mis niños”, recuerda Ana, quien vive en el municipio San Francisco sola con sus mascotas a los que piensa sumar otro can más, pero de gran tamaño, para su seguridad.

Los 50 dólares que recibe por remesas puede convertirlos en unos 10 sueldos mínimos al dólar de mercado negro. La hiperinflación que arropa a Venezuela no ha tocado en su casa gracias a la ayuda que recibe de su hija, quien actualmente tiene dos trabajos desde que llegó a Estados Unidos.

Con la intención de poder ayudar a su madre y a sus mascotas la historia de la hija de Ana puede verse reflejada en muchas familias, pero son casos contados.

El abandono no es justificable

El abandono se ha intensificado en los últimos años luego de que las personas deciden irse del país y dejar a su suerte a las mascotas. Hecho que es repudiado pero que se sigue cometiendo ante la indiferencia de las autoridades.

Para Doris Rubio, presidenta de la Asociación para la Defensa y Protección de los Animales (Asodepa), sea cual sea la situación del animal que dejan en el país es un abandono. “Ya sea que lo dejen con un familiar, con un amigo, lo den en adopción o lo boten es un abandono. Nada justifica el abandono”, aseveró Rubio, quien mantiene su lucha para el rescate de los animales.

Rubio explica que el animal sufre traumas, depresión, esto involucra a su salud. Pasan una situación de estrés tan grande que tiende a bajar su sistema inmunológico y los expone a cualquier tipo de enfermedad porque tienen las defensas bajas. Una de las enfermedades más frecuentes es la ehrlichiosis canina, conocida como la enfermedad de la garrapata.

Hay casos que hemos conocido de animales que dejan encerrados en casas, otros se los encomiendan a un familiar y en la mayoría de los casos se gastan el dinero que era destinado para la mascota, el que menos la aprovecha es el animal porque la persona que lo tiene es de bajos recursos”, detalló Rubio.

La directora de Asodepa destaca que son muchos los casos, como por ejemplo, los que dejan supuestamente en un lugar seguro y luego se dan cuenta que lo botaron o lo dejaron escapar. “Ha pasado que en nuestras redes hacemos publicaciones de perros que pensamos están extraviados y nos escriben desde afuera, explicando que los habían dejado en Venezuela con alguien, o en adopción y resulta que están en la calle”, recordó.

Perros con familia no pueden ir a un refugio

En Asodepa no se reciben mascotas. Una de las primeras experiencias al respecto que tuvo la asociación fue con una perra Collie, que fue abandonada por su familia, y desde su llegada estuvo deprimida, cayó en coma para posteriormente fallecer.

Las mascotas son parte de la familia no pueden ir a un refugio. Hay personas que son egoístas hasta el final, y no se toman el tiempo de pensar en su mascota que sufrirá depresión y estrés. Dejarlos en la calle también implica un shock emocional”, enfatizó Rubio.

Son contadas las mascotas que corren con suerte en seguir siendo parte esencial de las personas que se han ido del país. Perros y gatos han sido abandonados a su suerte tanto en zonas cómodas como humildes de Maracaibo. Un caso notorio es el de una gata mestiza que vivía en un apartamento en el Norte de Maracaibo y fue abandonada, en las inmediaciones del edificio, porque sus dueños se iban del país. Un vecino al ver tal acto decidió tomarla y hacerse cargo de ella.

Para Carmen de Montero, sus ocho gatos son parte esencial de su vida. Para poderlos mantener recibe remesas de sus hijos residenciados en el extranjero. Aunque no en dinero sino en comida que envían cada varios meses en cajas por medio de un servicio de encomienda.

De Montero explica que la comida para gatos es mucho más económica afuera. Sus hijos aprovechan en hacer un solo gasto y enviar lo de las mascotas en un solo viaje.

La calidad puede ser mejor y también la variedad tanto en alimento seco como enlatados y otros. Los envíos suelen ser cada tres meses, pero cuando se tardan más de las remesas que recibe para ella invierte una parte en la comida de sus animales.

En Maracaibo hay varios lugares que ofrecen hospedaje a animales pero con la condición de que los dueños no se vayan del país a largo plazo. No aceptan mascotas que dejen solas. Exigen a los dueños fecha de salida y de regreso, así como otra serie de recaudos. Cuando no tienen mucho tiempo en el hospedaje no necesitan remesas sino solo el pago de la estadía.