El diario plural del Zulia

Masa de maíz es preparada con cal no comestible

Ante el alto costo de un kilo de harina de maíz comercial, que asciende hasta 4.000 bolívares, los marabinos han optado por comprar la masa, tanto amarilla como blanca, elaborada de forma artesanal, para preparar con ella las arepas del desayuno o la cena.

En el frente de algunas casas se observan los letreros que indican el costo de este producto: apenas 800 bolívares o 1.200, cuando mucho.

Durante un recorrido que el equipo de Versión Final hizo en diversos expendios de este rubro, en dos de ellos quienes preparan la masa admitieron agregar cal de construcción y no comestible, para pelar de forma más rápida el grano de maíz.

“Se agrega una cucharada de cal a 10 kilos de maíz, luego viene el proceso de cocimiento y después se lava la masa seis veces o más hasta que el maíz quede bien amarillo porque la cal es un contaminante”, comentó sin remordimientos uno de los comerciantes, quien la vende a 800 bolívares en su residencia frente a la Circunvalación 2, en el sector Canta Claro.

Agregó que compra el saco de maíz en el centro, donde paga 45 mil bolívares por 45 kilos de esta semilla.

Especialistas advierten

“No se justifica que una persona consuma cal. Eso no es para ingerir. Eso sirve para la construcción. Aun si se le agrega solo una cucharada a 10 kilos y luego se lava pueden quedar residuos. Esto no es apto para el consumo humano. En altas dosis puede ocasionar la muerte”, resalta, al ser consultada sobre el tema, Ademolly Colina, de medicina interna del Hospital Chiquinquirá.

Por su parte, la toxicóloga Angélica Quiroz expresa que aunque la cal de construcción no debe ser consumida no genera elevados niveles de toxicidad.

“La cal proviene de la piedra caliza y puede contener elementos de toxicidad, pero mínimos, no causa la muerte. Pueda generar trastornos gastrointestinales sencillos como irritaciones”, manifiesta.

La preparación correcta

En la urbanización La Victoria, Neira Guillén cuenta solo con su pensión. Vive con sus tres hijos, quienes aportan a los gastos del hogar. Aún así se ve en la necesidad de vender masa de maíz para cubrir otras necesidades. Su esposo, Lenin Ferreira, apoya en la elaboración.

Cocinan la materia prima por casi ocho horas para ablandarla, luego la muelen para amasarla y envasarla cuidadosamente.

“Esta masa es pura fibra natural. Cuando se cocina de la mejor forma posible el líquido del agua de maíz queda amarillo y con él, agregándole azúcar, puede hacerse chicha”, comenta Ferreira; quien cada tres días compra un kilo de maíz crudo en La Curva, a 1.200 bolívares.

De un kilo la familia Ferreira obtiene hasta tres o cuatro kilos de masa, que vende a 1.100 bolívares.  “Hay una necesidad en la mayoría de los hogares de Venezuela para complementar la cesta básica, por eso muchas personas pre eren la yuca o la masa de maíz”, agrega.

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