El diario plural del Zulia

Maracaibo: Ciudad en ruinas [+Fotos]

La falta de agua, electricidad, efectivo, transporte público, entre un sinfín de molestias que parecieran no tener respuesta alguna, el lente de AP presentó una galería fotográfica que describe por sí sola la situación actual de la capital zuliana 

Desde el pasado 07 de marzo, Maracaibo, que en su momento fue la ciudad más importante de Venezuela, se ha convertido en una localidad llena de enojo y agotamiento entre sus habitantes, quienes a diario sufren cortes de hasta 10 horas por día.

En un reportaje realizado por Associated Press (AP), se puede apreciar la miseria y destrucción de la capital zuliana, que en otrora fue la pionera en servicio eléctrico, tranvías y telégrafos.

Tras los diversos problemas que aquejan sus residentes, falta de agua, electricidad, efectivo, transporte público, entre un sinfín de molestias que parecieran no tener respuesta alguna, el lente de AP presentó una galería fotográfica que describe por sí sola la situación actual de Maracaibo.

 

Una montaña rusa inutilizada permanece en el terreno donde solía encontrarse el parque de atracciones Grano de Oro en Maracaibo.

 

Maracaibo se convirtió en la zona cero del colapso en Venezuela. A la falta de electricidad se unió la escasez en el suministro de agua, de gasolina y las dificultades para garantizar las condiciones en la conservación de los alimentos.

 

Raúl Navas, de 25 años, toma un baño en el lago de Maracaibo al terminar su jornada laboral en el mercado municipal. En este lago, el más grande de América Latina, se ha alertado de la grave contaminación desde hace más de cinco años ante la Comisión permanente de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional. 300 kilómetros de la costa han sido afectados por el derrame diario de hasta 70 barriles de petróleos en el estuario.

 

En la imagen, un vendedor carga una res hacia una carnicería en el mercado. Las temperaturas asfixiantes de Maracaibo ponen en riesgo cualquier alimento que dependa de la refrigeración, condiciones casi imposibles de garantizar hoy en día.

 

El ambiente que se vive en Maracaibo hoy es de más agotamiento. Muchos de los que pueden permitírselo se unen al éxodo de más de cuatro millones de venezolanos que dejaron el país en los últimos años.

 

Un grupo de niños juega con un coche en el barrio Villa Esperanza.

 

Las tumbas también han sido escenario de saqueos en Maracaibo. Desde finales de 2018, en el cementerio de El Cuadrado los ladrones han profanado nichos y féretros en busca de las prendas con las que reposan los cadáveres. “Hace ocho meses de aquí se llevaron hasta los dientes de oro de los muertos”, dijo José Antonio Ferrer, encargado de camposantos que han sido usurpados.

 

Algunos revuelven en la basura, buscan comida o se apresuran a llenar cubos cuando el camión del agua para en su vecindario.

 

Un piso del hotel Brisas del Norte muestra las consecuencias de los saqueos en Maracaibo, el pasado marzo. En esas fechas, las autoridades culparon a los delincuentes de la escalada, que tuvo una magnitud única en el país y solo aceleró la caída de la ciudad. Los accesorios del hotel fueron arrancados y quedaron destrozados.

 

Residentes del barrio Villa Esperanza transportan en carretillas envases con agua potable. La resignación se respira en toda la ciudad, que antes de que se disparara el éxodo hacia Colombia, tenía más de dos millones de habitantes.

 

Algunos conductores duermen sobre sus autos mientras esperan la llegada del escaso combustible en largas filas en las gasolineras.

 

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