El diario plural del Zulia

#Maracaibo ¿Cómo abonar el camino para formar ciudadanos con valores?

"Esta ciudad está muerta", escribía hace dos años el ensayista zuliano José Luis Monzantg. "Está muerta. Muerta". Pero hay posibilidades de que sus habitantes recuperen cordura, conciencia y modales cívicos.

Gabriel Villa, profesor de Orientación de la Universidad del Zulia, opina que el maracaibero es un ser sensible y alegre, con una cultura centrada en valores regionalistas (Lago, China, puente y gaita), pero hay un trasfondo llamado país que le está restando humanidad, de allí que con la educación fundamentada en valores se podría trabajar a cada habitante de esta localidad.

José Luis Monzantg concibe un pronto cambio si “una élite nacionalista asumiera esa tarea de la mano de un Estado eficaz (…) La decisión de cambiar conductas es personal y siempre que se quiera hacer o pueda hacerlo, influir en los más cercanos. Aún así, esos consanguíneos, parejas, amigos, igual quedan atrapados en su propia voluntad de querer recuperar lo que de humanos estamos en condiciones de ser”.

Hoy, abundan personas que por medio de la ciencia, la medicina, el fitness y las artes construyen ciudadanía. Opciones hay. Monzantg piensa en quienes practican yoga o cualquier forma de búsqueda y cultivo de su vida interior.

“Es importante la mirada privada a eso que somos (…) También hay ciudadanía que sale de una buena tertulia de café”.

En esas tertulias de café participa el novelista Norberto José Olivar, quien considera que “queriendo salvar la cultura maracucha, la han matado. Queriendo engrandecerla, la han empequeñecido (…) Cuando pensamos en el trabajo cultural en la ciudad, no sé en qué pensamos. Miro al Maczul y veo calamidades; el Baralt, ahí va; el Bellas Artes, bregando; la Biblioteca, perdida en la revolución; las universidades públicas y privadas, pasando penurias y persecuciones; así que por la vía institucional no veo soportes para la construcción de una verdadera ciudadanía”.

¿Cómo abonar el camino?

El diálogo para la paz por medio de la educación, como dice la a Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), sirve para redescubrir la interioridad de las ciudades. Es así cómo docentes zulianos trabajan en la educación y formación en valores.

Un ejemplo es la investigación Estrategias didácticas para educar en valores. Diez valores con intencionalidad, de las académicas Mairim Acosta de Valera y Haydee Páez, de la Universidad del Zulia y la Universidad de Carabobo, respectivamente. Ellas plantean situaciones comprometedoras que ubican a las personas entre decidir bien o mal.

“Hay un grave problema cultural, pero creo que no se refiere a un asunto cultural elitesco, se trata, según veo, de algo más simple aunque más complejo. Los seres humanos hemos caído en el juego del poder que nos solicitó nuestro beneplácito para cambiar la cultura de la vida por una nefasta cultura de la muerte. La cultura tiene un carácter dinámico movilizado por el ser humano, ahora bien, si nos encontramos inmersos en un proceso histórico que parece reducir al ser humano a un vulgar elemento dentro de la dinámica instrumental de la vida, ¿qué cultura pretendes construir?”.

La definición de ciudadano está estrechamente ligada al orden jurídico de un Estado, explica Muñoz. Sin embargo, está tan viciada la vida en comunidad que, en primer lugar, parece no existir la comunidad; en segundo lugar, el ser humano no parece tener muy claro lo que está bien de lo que está mal y si esto realmente es así, bajo qué criterio podemos hablar de ciudadanía.

"Creo profundamente en la Educación como instrumento para ir superando la crisis. Creo que siempre hay posibilidades, lo que se necesita es voluntad para el cambio”.

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