Maltrato y encefalitis acechan a los burritos de Maracaibo
El reciente inicio de un operativo que realiza la Alcaldía de Maracaibo para fiscalizar y retener los burros utilizados en la recolección de escombros, plástico y maleza, permite desmontar la crueldad que sufren estos animales por parte de la mayoría de sus dueños.
Lisandro del Sur es un hombre de 30 años que usa su burro para transportar desechos plásticos que consigue en los basurales de capital zuliana. Su equino, llamado “Negro”, tiene dos años y luce en buen estado. “Yo no lo trato mal y lo alimento con frecuencia”, asegura.
Sin embargo, junto con el animal, sale a diario desde el kilómetro 4 de San Francisco, lugar donde vive, y puede llegar, según reconoce, a la Avenida Guajira, transportando el material que recoja. “Mi padre era burrero. Yo no estudié. Esto es lo que sé hacer”, expresó quien dijo tener una familia de jumentos en su hogar.
Doris Rubio, integrante de la Asociación para la Defensa y Protección de los Animales (Asodepa), detalló que según sus pesquisas, la gran mayoría de los burreros carece de educación escolar y pertenece a los estratos más bajos.
Muchos de ellos al tener no tener formación y consciencia sobre el buen trato, solo ven al animal como una herramienta de trabajo llegando al maltrato”, explicó y agregó que la organización de la que forma parte quiere que la Alcaldía eduque a los burreros porque, en sus palabras, ellos no saben los reglamentos a los que deben apegarse, incluso mencionó que muchos funcionarios policiales también las desconocen.
Para que legalmente se pueda usar un burro como vehículo de carga se debe tener el certificado del animal, el registro de la carreta y los comprobantes de la vacunación contra la encefalitis equina.
Preocupación
La encefalitis equina es una enfermedad que afecta no solo a burros sino también a caballos y mulas. Es causada por un palavirus. Este mal puede transmitirse a las personas por medio de la picadura de mosquitos.
María Labarca, veterinaria, explicó que es un virus de cuidado debido a su alto nivel de contagio. “Hace ilusionar a los equinos y provoca convulsiones. La alta peligrosidad obliga que los animales infectados tengan que ser sacrificados”, afirmó.
Según Rubio y Labarca encontrar la vacuna para obtener este requisito o mantenerlo vigente es prácticamente imposible debido a la falta del medicamento. “Si actualmente no hay vacunas antirrábicas, menos para la encefalitis equina”, señaló la activista de Asodepa.
Lisandro del Sur declaró que se opone al despojo de los burros. Asegura que “Negro” es su única vía para poder alimentarse junto con su familia y a diferencia de otros compañeros él trata bien a su animal.
Doris Rubio pidió a las autoridades que permitan y ayuden a impulsar talleres para acabar con los casos de maltrato y limpiar la imagen de los burreros.
