LUZ reinicia clases bajo la sombra de la deserción
El presupuesto otorgado a la Universidad del Zulia (LUZ) en 2016 empeoró a la academia. La infraestructura desmejoró, cerraron los comedores y las rutas estudiantiles estuvieron ausentes, eso sin contar el fenómeno de la deserción que esto provocó. Alumnos, trabajadores y profesores optaron por dejar los predios de Jesús Enrique Lossada para pisar nuevos horizontes.
A comienzos del año pasado, quien fuera la vicerrectora administrativa de LUZ, María Guadalupe Núñez, denunciaba que el Gobierno nacional solo había enviando 24 % de lo solicitado, es decir tres mil millones de bolívares. Mucho menos que en 2015 donde destinaron solo 32 %. Las actividades no se paralizaron en su totalidad como se estimaba, mediante presupuestos adicionales cubrieron lo necesario para el funcionamiento.
El desmejoramiento salarial por la inflación galopante en el país obligó a más de uno a desertar de sus puestos laborales. Julio Villalobos, presidente de la Asociación de Empleados de LUZ (Asdeluz), indicó que un aproximado de 1.200 trabajadores administrativos decidieron separarse de su cargo o pedir permisos no remunerados para probar suerte en otros países
Esa es una de las deudas incalculables que tiene la universidad junto con la fuga de talentos académicos que ronda 10 %, según menciona Álvaro Soto, vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia (APUZ).
A Villalobos le sigue alarmando la cifra de desertores sobre todo porque uno de los motivos es porque el salario no alcanza para mantener a una familia.
“Estamos con la discusión de la tercera convención colectiva para solicitar inmediatamente nuevos beneficios”, aseguró el gremialista quien recordó que otras de las deudas que tiene el Ejecutivo nacional con la alma mater es la convocatoria a unas nuevas elecciones.
Para cuidarse de los índices inflacionarios conversarán sobre un plan estratégico donde vayan actualizándose los salarios mínimos y se respete el seguro social para empleados y profesores, donde el pago de las prestaciones se otorgue de forma inmediata. “No es posible que los jubilados tengan que esperar cuatro o cinco años para que les llegue su dinero”, dijo.
Según el sindicalista, una de las deudas más grande que tiene el Gobierno es el pago de las prestaciones con el listado número 34 correspondiente al año 2012.
La insuficiencia desde el punto de vista de funcionamiento es precaria. El año pasado no pudieron ser ejecutadas las obras en las facultades, sobre todo en la colocación y reparación de aires acondicionados.
Éxodo profesional
En el caso de los profesores el salario tampoco es apetecible y mucho menos las condiciones para unos profesionales altamente calificados. Soto argumenta que 45 % de las cláusulas del contrato colectivo no se cumplen.
“Piensan hasta centralizar nuestro seguro, el Gobierno quiere disponer de eso y que nos atienda seguros Horizontes. Hay pagos de jubilaciones pendientes desde hace muchos años”, sentencia.
Dice que para la infraestructura no hay dinero porque 90 % de lo presupuestado se va en “gastos corrientes del pago de personal”. Las condiciones de seguridad también son pésimas y esa es otra de las causas por las que hay deserción.
El año pasado la máxima autoridad informó que tanto el ausentismo como la deserción dentro de la casa de estudios ronda 30 %. Asimismo el éxodo de profesores de alta calidad ha sido de 50 académicos en menos de dos años.
La vicerrectora académica de LUZ, Judith Aular de Durán, destacó en un artículo de opinión publicado en Versión Final, que a pesar de que el pasado año fue difícil tanto para el país, como para la academia, hay muchos logros que rescatar en cuanto a la investigación y el desarrollo de los estudiantes.
“El Consejo Universitario aprobó el proyecto de la nueva carrera de ingeniería Biomédica para el núcleo LUZCOL, el cual tendrá dos menciones: Biomecánica y Bioinstrumentación (...) Se aprobaron, en el mes de diciembre de 2016, seis nuevos programas de postgrados, la especialización en Derecho Laboral de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, en Neurocirugía, Ortopedia y Traumatología, Anestesiología de la Facultad de Medicina, y la maestría en Tecnología de Información y Comunicación de la Facultad Experimental de Ciencias”, detalló Aular.
Sin embargo, la vicerrectora asegura que en el 2017, desde LUZ seguirán trabajando en la consolidación de la universidad, como el epicentro del debate de ideas actuales sobre diversos temas, con la esperanza y optimismo, de hacer posible un mejor país.
