El diario plural del Zulia

LUZ es un desierto bajo trato indolente

Aulas vacías y espacios abandonados muestran una cara lamentable de la institución fundada por Jesús Enrique Lossada

La infraestructura de una inmensa casa de estudios -la principal de la región- se hace aún más grande con los pasillos solitarios.

Recorrer cada metro parece tomar más tiempo que hace tres años, cuando el número de estudiantes casi superaba los 60.000. Entre el miedo por la inseguridad, las preocupaciones para poder comer y el deseo de obtener un título universitario se debaten hoy menos de 45.000 jóvenes.

En las carreras de pregrado de la Universidad del Zulia (LUZ) la educación es gratuita, a diferencia de los postgrados, pero el ausentismo que hoy se vive respondería principalmente al éxodo que protagonizan el Zulia y Venezuela entera por primera vez en su historia: en promedio 618 venezolanos se van al día, según cálculos de Consultores 21.

La soledad se convierte en la figura más temida por estudiantes, profesores y obreros. A las 12:00 del mediodía de
este martes, hasta quienes se encargan de sacar copias en la Facultad de Humanidades se retiraron del campus. Alguno que otro futuro profesional salía apresuradamente de los salones de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, cercana a Humanidades, en un veloz intento por llegar a la pasarela y no ser víctima del hampa.

—¿Te vienen a buscar?, ¿con quién te vas? Vamos a caminar juntos. —Le dice un estudiante de Derecho a una amiga, y continúan su camino. Esa misma voluntad de acompañamiento se observa en la mayoría de las 11 facultades que se
encuentran en Maracaibo. Por allí cerca estaba María Laguna, de 21 años, quien cursa tercer semestre de Idiomas Modernos.

“Mi carrera era de mucha demanda, no podía perder un semestre intensivo ni demorar mucho en inscribirme. En materias como Pedagogía ahora tengo solo 15 compañeros. Intento ver todas las materias en la mañana porque a las
12:00 ya no queda nadie”, expresa.

A merced de la nada En la clase de una profesora de Educación Inicial, en el Bloque “H”, a las 2:17 de la tarde, se hallan nueve estudiantes de los 25 inscritos. “Con el avance del semestre, que inició en abril, el grupo se redujo a raíz del alza de precios en pasajes y comida”, cuenta la docente que prefirió no otorgar su nombre.

Jesús Salom, vicerrector administrativo de LUZ, ve como solución la instrumentación de un modelo de estudios a distancia para atender a un mayor número de estudiantes. “Pero el sistema eléctrico actual no garantiza la continuidad del servicio durante 24 horas diarias los 365 días del año, que es el deber ser en cualquier parte del mundo.

La Universidad está sumergida en una situación muy lamentable por el éxodo profesoral, del personal administrativo y obrero. Todo esto por un problema de fondo que no depende de la institución, sino de la situación del país”.

Cuatro meses después de que el Consejo Universitario declarara emergencia académica y operativa, el miércoles 14 de febrero, la comunidad aún espera ajuste de horarios, demanda la dotación de recursos por parte del Gobierno y el establecimiento de las “rutas universitarias solidarias”, ofrecidas por el CU para trasladar estudiantes.

No van más allá de la anomia. No proponen medidas novedosas y alternas para rescatar el alma de LUZ.

Los salones del Bloque “P”, correspondiente a Educación, como el P-3, no cuentan con aire acondicionado. Los baños están cerrados desde comienzos del semestre pasado y algunos pupitres rotos están amontonados en los rincones.

“En Cartografía hay pocos bombillos, para ser un espacio tan amplio. Yo sufro de la vista y eso me perjudica”, comenta Mairi Trespalacios, estudiante de Educación. Está en el último semestre, ese es su motivo para seguir. “En Práctica Profesional III y en Tesis, que es ya lo último, tengo siete compañeros y se supone que deberían estar full. Si antes había 100 estudiantes nuevos, ahora hay 20”.

La Facultad Experimental de Ciencias enfrenta un escenario similar. Posee laboratorios que no están dotados de los materiales necesarios para realizar las prácticas en áreas como Biología y Química. Obreros afirman que la desertificación se puede palpar en Veterinaria, Arte, Agronomía, Arquitectura, Odontología, Ciencias Económicas e Ingeniería.

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