La Urdaneta: cauce de aguas negras
Como un río desbocado y a sus anchas, corren desde hace al menos cinco años las aguas negras por la avenida 1, de la urbanización La Urdaneta, parroquia Cecilio Acosta. Desde la intersección con la calle 2 comienza a circular el caudal, a través de un kilómetro de largo.
La otra cloaca que se desborda con frecuencia queda en la misma avenida principal, en la intersección con la calle 6, la cual está controlada solo porque hace dos meses la destapó Hidrolago.
Pero los vecinos aseguran que mientras no se sustituyan los tubos actuales por unos de mayor pulgada, el destape seguirá sirviendo solo como “pañitos de agua tibia”, porque ya ha pasado en otras ocasiones.
Denuncian la insalubridad que causan los pozos de aguas residuales en los frentes de sus residencias por lo que piden llevar a cabo los proyectos que ya les prometió la hidrológica.
El gas doméstico es deficiente. Cuentan que la alcaldesa Eveling de Rosales prometió mejorar el servicio a través del Sagas, pero después que sea sustituida la red de cloacas.
En la institución educativa Rafael Urdaneta, el único plantel público de la zona, se quedó pequeño una vez que la matrícula aumentara debido a la deserción escolar en los colegios privados.
Por ello, piden la ampliación del comedor escolar y aumentar la dotación del Programa de Alimentación Escolar (PAE), pues es habitual que muchos estudiantes se queden a la espera de un almuerzo que no alcanza para todos.
Otro problema que los atañe es la distribución politizada de los CLAP. Destacan que el consejo comunal no hace el esfuerzo por incluir a todos los vecinos, sino que por el contrario, evitan censar las casas de quienes tienen una inclinación política contraria al Gobierno.
