La sombra política acecha al Baralt
“Lo mismo que pasó con el Lía Bermúdez, puede suceder de ahora en adelante con otros espacios”, reflexiona Hermankis Parra, gerente de promoción del Teatro Baralt.
Aquellas palabras dichas a Versión Final el pasado 17 de mayo, durante la despedida del gerente fundador del Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez (Camlb), Régulo Pachano, fungieron como una profecía. Seis días después, durante el acto de juramentación de los diputados del Consejo Legislativo del Estado Zulia (CLEZ) hubo un segundo pronunciamiento del gobernador Omar Prieto, quien sentenció que el Baralt pasaría “en pocas horas” a disposición de la Alcaldía de Maracaibo, ratificando así que “como se hizo en el Lía Bermúdez, se hará en el Teatro Baralt”.
Sin embargo, Jeanette Rincón, presidenta del Teatro Baralt, aseveró que desde entonces no ha recibido ninguna comunicación formal sobre la toma de dicho espacio cultural.
"La situación del Baralt es muy distinta a la del Lía Bermúdez. En el Camlb lo que hubo fue un cambio en la presidencia. Nuestro querido amigo, Régulo Pachano, fue destituido. Ese es un acto que entra en el marco normativo porque el Lía Bermúdez es una fundación de estado. Por lo tanto, depende del Gobernador designar o remover un personal que, incluso, es un personal de confianza, como lo preveía la antigua ley del trabajo”, manifiesta.
¿Existe Estado de derecho? En cuanto a lo que respecta a la intención de Omar Prieto, de quitarle a la Universidad del Zulia (LUZ) la administración del Baralt y entregárselo a la Alcaldía de Maracaibo, Rincón recalca que “la edificación del teatro no es propiedad de la Gobernación ni del Ejecutivo. Es propiedad de LUZ y el ente que lo administra, que es la Fundación Teatro Baralt, también pertenece a LUZ”.
Es así que la “joya cultural”, próxima a cumplir 135 años de fundada, está envuelta en una tormenta mediática. A través del movimiento #ElBaraltEsLuz, la institución académica se convierte en tendencia en las redes sociales, con el propósito de sensibilizar sobre la importancia de este espacio cultural que aún conserva los pisos artesanales, su edificación neoclásica y toda la decoración interna al estilo art déco.
“Rechazo que la situación del Baralt sea partirizada de un sector u otro. Queremos convocar a todas las voluntades para nos unamos en pro del beneficio de este espacio. Desde que se pone la primera piedra en el teatro, fue pensando en la modernización y la conexión de la ciudad con el pensamiento y la creación universal. Todos debemos tener un punto de encuentro donde con altura, civilidad y madurez ciudadana. Los invito a exponer y debatir las ideas. No podemos apostar a que se fortalezca un grupo hegemónico que quiere decir hacia dónde vamos”, enfatiza Jeanette.
Asignación presupuestaria
“Mientras trabajé allí el grueso de la asignación presupuestaria siempre venía del Gobierno nacional. Era un aporte que se le daba a todas las instituciones”, expresa Mexi De Donato, quien durante 11 años fue jefe de prensa del Teatro Baralt, hasta el 2016.
Por su parte, Jeanette Rincón asegura que dicho aporte benefició al teatro hasta el año 2009. “Hubo un cambio legal que no le permitía a un ente gubernamental ceder una asignación presupuestaria fija a un ente que no era del Ejecutivo. Desde entonces, no recibimos nada periódico de la Gobernación. Solo hemos recibido aportes, en la medida que se han hecho solicitudes”.
Asimismo, destaca que todos los entes que tienen representación en la junta directiva como: la Gobernación del Zulia, el CLEZ, la Alcaldía de Maracaibo, el Centro Rafael Urdaneta y el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, deben “en solidaridad, reciprocidad y en interés de la ciudad, hacer sus aportes”.
Sin embargo, destaca que esa conciencia a veces no la tiene ni siquiera las instituciones miembros de la junta directiva. “Yo diría que hasta estamos financiando las actividades de la Gobernación del Zulia. Este año, se le han cedido los espacios 13 veces y todavía estamos esperando el aporte. Esas son situaciones que hay que aclarar”.