El diario plural del Zulia

La reina de los milagros

Desde la 4:30 a.m. del viernes niños, hombres y mujeres se dieron cita en la Basílica para honrar a Nuestra Señora de Chiquinquirá. Con flores, estampitas o rosarios en las manos, la multitud esperaba su turno para acercarse a la patrona de los zulianos en su día.

En la plazoleta de su gran templo se formaron dos largas colas de personas, una daba la vuelta al edificio de Inavi, y la otra llegaba hasta el Hospital Chiquinquirá. La fe y devoción a la Virgen Morena se desbordaron durante la mañana, mientras se celebraban los 307 años de su llegada a esta tierra. Muchos agradecían a la tablita con la imagen de La Chinita los milagros cumplidos, y otros pedían salud, amor, un trabajo, y hasta por la paz del país.

A las 12:00 del mediodía sonaron las campanas junto con el himno de Nuestra Señora de Chiquinquirá para darle paso al Estallido Chiquinquireño. La plazoleta se encontraba repleta de feligreses que esperaban su turno para ver a la Virgen.

Muchos comentaron lo agradable que es entrar a la Basílica de La Chinita y disfrutar del ambiente con la climatización instalada por la Gobernación del estado Zulia. “Ahora la Basílica tiene aire acondicionado y brinda un mejor ambiente para todos los feligreses que acudimos a ver a La Chinita en su día”, dijo Antonio Díaz, quien acudió este viernes para agradecerle a la Virgen por la salud de su familia.

A las 10:30 a.m, más de mil devotos habían tenido el privilegio de ver a la Virgen, según Ángel Espina, Servidor de María.

Omar Barrera, de 29 años, vino desde Cabimas, y llegó a la plazoleta para irse de rodillas, con un ramo de ores en las manos, y entregárselo a la Patrona de los zulianos. El hombre estaba acompañado por su hermana Iraima Medina y vino agradecerle a La Chinita por la recuperación de su mamá, de un cáncer en el estómago.

Como un acto de fe fue catalogado por los presentes en las adyacencias del templo la pasión con la que Barrera hizo su recorrido, con lágrimas en los ojos y haciendo varias pausas para descansar. La feligresía brindó ánimo al hombre gritando consignas: “Sí puedes”, “Continúa que ya vas a llegar”. Finalmente, Omar cumplió su cometido, ya frente a la Virgen de La Chinita agradeció por la recuperación de su mamá, entregó las ores y rezó un Avemaría.

Feligreses de diferentes partes del país también acudieron a la Basílica ayer para recibir la bendición de la Patrona de los zulianos. Algunos no pudieron entrar por el tiempo que deberían esperar bajo el inclemente sol marabino para pasar al templo y contemplar a la Madre de Dios.

Carmen Salas, de 38 años, llegó muy temprano con su bebé de dos meses de nacida en brazos, el motivo era ofrecerle a Daniela Chiquinquirá, quien presentó una complicación respiratoria a pocos días de nacida.

Muchos esperaron en la Plazoleta el inicio de la misa más importante del día. La eucaristía para conmemorar los 307 años de La Chinita inició a las 5:30 de la tarde.

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