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La malaria se despliega en el país: el Zulia registra 874 casos

El problema de salud en Venezuela pasó de ser una contingencia sanitaria, a un problema de Estado, y es que el Gobierno nacional es quien debe encender las alarmas ante la ausencia de medicamentos, la precariedad de los insumos, y las muertes progresivas que se generan en los hospitales de todo el país. Así lo ve José Félix Oletta, exministro de Salud, quien formó parte del equipo de investigación, de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y Red Defendamos la Epidemiología, que informó al país sobre los 104 mil casos de malaria en estados puntuales de la nación.

Una enfermedad que hace más de cincuenta años, las eminencias de la medicina nacional le explicaron al mundo cómo se controlaba, hoy, el vector, o mosquito Anopheles, sale de su zona efervescente en el municipio Sifontes, en el estado Bolívar, para infectar a las poblaciones de los estados: Vargas, Miranda, Monagas, Anzoátegui, Apure y Zulia.

“Las medidas que se iniciaron hace un par de años con tratamientos masivos en las poblaciones de focos calientes de la enfermedad, como las minas en el estado Bolívar, no han dado los resultados adecuados, y esto ha generado este incremento preocupante”, expresó el experto.

Las alarmas se encendieron en la investigación, pues desde el año 2007 el Ministerio de Salud dejó de publicar el Boletín Epidemiológico semanal, luego de 58 años de información ininterrumpida. Por ellos, ambas asociaciones se unieron para presentar la crisis humanitaria y hospitalaria que se presenta en el país, donde la Inciencia Parasitaria Anual (IPA) acumulativa del país, ajustada a la población que reside en áreas de transmisión continua, ascendió a una cifra récord de 32,7 por cada mil habitantes.

La fuga de esta enfermedad resalta además la negación que mantiene firme el Gobierno, y el retorno que da el país al año 1999, donde a juicio del presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, los administradores de la salud abandonaron la prevención y promoción. “En los hospitales del país apenas existe un cinco por ciento de los insumos médicos, y material médico quirúrgico, para atender a los pacientes eventualmente y de forma cíclica. Nos llegan donativos, pero al día siguiente ya no existen”, aseguró Natera.

El silencio

Ha sido la incapacidad de respuesta del Estado la que ha generado más pérdidas humanas e incertidumbre en el resto del colectivo. El venezolano no sabe qué hacer cuando se enferma. El diputado y líder de la Comisión de Salud que instaló la Asamblea Nacional, José Manuel Olivares, destacó que en malaria somos el único país en Latinoamérica que la tiene en ascenso, mientras que otros logran controlarlo.

En la búsqueda por bajar los índices, la comisión logró que Médicos sin Fronteras entrara al país, se reunieran con el Gobierno nacional, y hasta propusieran equipos médicos, vehículos, medicinas, especialistas, sin hacer bulla, estaban dispuestos a ni siquiera hacer eco de que estaban salvando vidas.

“Esto fue hace dos meses, y por lo que vemos el Gobierno no aceptó, ni aceptará la realidad, esto habla muy mal de la responsabilidad que puedan tener la Ministra de salud, y el presidente Maduro”, señaló Olivares.

Números mortales

El informe de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y Red Defendamos la Epidemiología, mostró el aumento y la expansión acelerada de la epidemia de malaria, con récord histórico de incidencia en 75 años, que en 2015 alcanzó, de 136 mil 402 casos, (desde que se llevan registros confiables). Ahora, en las primeras 25 semanas del año, hasta el 14 de mayo, se notificaron 104 mil 369 casos de malaria, lo que representa un aumento de 68 % con respecto al período homólogo anterior (n: 62 mil 142) según el Boletín Integral de la Dirección de Salud Ambiental.

El estado Bolívar lidera la lista en casos, acumuló el 80,99 % notificados (n: 84 mil 538), le siguen Amazonas con 7,71 %, (8 mil 57), Sucre con 5,21 % (5 mil 446), Delta Amacuro con 3,38 % (2 mil 573) y Monagas con 1,58 % (mil 653).

En el Zulia, cuya distancia con el estado Bolívar se refleja geográficamente, en los municipios Jesús María Semprún, Machiques y Mara, se distribuyen un 0,83 % (874) casos de malaria. Apure presenta un 0,08 % (85), Vargas 0,08 % (91), Anzoátegui 0,03 % (38), Barinas 0,03 % (36), Trujillo 0,006 % (7), y Guárico 0,007 % (8). Los 12 estados se encuentran en epidemia. Los casos acumulados en Machiques de Perijá, J.M. Semprún y Mara aumentaron 4,32 veces más que en 2015 (n: 202), todos causados por plasmodium vivax, uno de los parásitos causantes de la más frecuente y extensamente distribuida forma de malaria benigna.

Remedios inalcanzables

La malaria solo se transmite por transfusión de sangre, el paciente infectado no contagia, sin embargo, en la última semana de junio se enfermaron en Sifontes, Bolívar, y se trasladaron a diferentes estados del país, lo que se reconoció como casos emigrados. Las medidas sanitarias alrededor de los hogares, y en las ciudades, se han perdido, junto al centro de investigación de malaria más grande de América, donde se monitoreaba al mosquito.

La soluciones, a juicio del diputado Olivares están en conseguir los medicamentos, que su distribución sea masiva y efectiva; que haya control de los vectores o mosquitos, y fundamentalmente que se reactive la educación de prevención, el pronóstico temprano, y la transparencia de la información. “Si tiene un caso reportado pero no lo quieres informar, no se podrá tener control”.

Para Oletta, si el Gobierno no hace reconocimiento de la situación y no se hace un plan correctivo, no se avanzará. El problema de salud va a incrementar, tanto Oletta como Olivares lo aseguran, por ello la creación del plan nacional con objetivos, metas que cumplir, es fundamental, pero “lamentablemente dentro de la organización no se está cumpliendo esta última parte, que es la evaluación, la corrección, la aplicación de los correctivos, y la reformulación del plan de acuerdo como vayan produciéndose esos resultados, es decir, hay que hacer gerencia de la salud con calidad”. La alarma está encendida, y a diferencia del dengue, si la malaria no se controla, puede causar la muerte.

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