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La Liga Anticancerosa podría cerrar sus puertas

Desde 1965 funciona en el estado Zulia la Liga Anticancerosa. Miles de personas que han perdido y ganado la batalla contra el cáncer se han beneficiado de esta institución, que en primera instancia fue hecho para atender a las mujeres con la referida patología. Actualmente su visión es otra y se ha extendido también a la atención de pacientes del género masculino. Quieren continuar y no desfallecer ante una situación país que podría negarles la posibilidad de tratamiento a sus pacientes.

Para Cristóbal Belloso, presidente de la Liga, desde hace seis años, bajar las santamarías no es una opción a pesar del costo que significa mantener equipos de ecografía, mamografía y aires acondicionados. Más allá está el compromiso, la labor altruista con seres que lo necesitan. Que desean vivir.

“El dinero que nosotros producimos anualmente es insuficiente para mantener los equipos por la inflación que estamos viviendo y es necesario buscar recursos. Nosotros obteníamos colaboraciones de la Gobernación, de la Alcaldía y Corpozulia. Eso nos fue negado y hemos optado por buscar apoyo de instituciones privadas porque hay dos alternativas, o seguimos luchando por mantenerla o la cerramos”, dice Belloso.

datosversionfinalHasta hace algunos años recibían ayuda de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, en Caracas, adscrita al Hospital Oncológico Padre Machado con lo que lograron hacer grandes aportes a las personas que padecían cáncer. “Luego que llegó este Gobierno eso se acabó”, sostuvo el presidente.

El centro funciona frente al Club Bella Vista, en la calle 72 con avenida 3 F. Allí atienden de 60 a 70 personas diariamente, es decir un promedio de mil personas mensualmente. De 7:00 de la mañana a 4:00 de la tarde es el horario de consultas, reitera Belloso a través del teléfono.

La carta

Mediante una carta de solicitud suscrita por Belloso y el director de la Institución, Carlos Benítez Agüero, expresan que han iniciado una campaña de captación de contribuyentes para recibir recursos destinados a la asistencia social, adquisición de equipos, mantenimiento de los ya existentes, así como la aplicación, remodelación y mantenimiento de la sede.

Esto debido a que las unidades de aires acondicionados están averiadas y sobre todo la del área del quirófano donde se hacen intervenciones menores, según indica el encargado de la Liga.

“Siempre quisimos montar un quirófano de primera línea pero es muy difícil por la falta de recursos. Necesitamos reestructurar el área de quimioterapias y hacer el laboratorio para los pacientes, porque en otras partes los precios están por las nubes”, prosiguió.

La tarjeta del mamógrafo se dañó hace seis años y desde entonces no han podido hacer el examen. “Queremos que las mamografías salgan digitales pero arreglar lo que se averió sale muy costoso. Ojalá las empresas puedan colaborar con un granito de arena”, indicó el encargado.

En el caso del área ginecológica también se necesitan nuevos aparatos porque los que están se encuentran obsoletos. Nuevas pinzas y un aparato para la colposcopia que haría los exámenes a las mujeres de manera más minuciosa.

testimoniosversionfinalEl auditorio donde se hacían grandes conferencias y reuniones de carácter médico-científico está desolado.

Las butacas rojas y el escenario revestido de madera están inmersos en la opacidad del lugar que ya no cuenta con luces. Los aires acondicionados tampoco funcionan.

“Son 15 personas a las que les debemos cancelar porque pertenecen al área de administración. Los médicos ganan un porcentaje de lo que se cobra y las consultas no sobrepasan los cuatro mil bolívares”, indica Belloso.

La señora Fanny Machado se ha hecho varios exámenes en la institución, ella confía en los médicos y no quiere que una organización como esa se pierda. “Yo me he hecho varias ecografías acá porque los costos son accesibles. No me gustaría que cerraran sus puertas porque ¿a dónde vamos a ir? si ni los hospitales tienen para atendernos”, sentenció.

El señor Cristóbal Belloso narró como han tenido que hacer bazares y todo tipo de ventas que les generen ingresos. De hecho han tenido que alquilar algunas áreas para talleres, cursos o conferencias y así poder mantener el lugar donde se han salvado la vida de miles de personas.

 

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