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Inyectan vacuna contra la polio en Cabimas

Sebastián Fernández es un pequeño de tan solo tres meses de nacido, aún está en su período de lactancia. Su padre, Daniel Fernández, lo llevó en días pasados a su respectivo control médico y de vacunas. Todo marchó con normalidad. El pequeño tiene el aspecto de un niño sano, con un peso de seis kilogramos y la estatura ideal para su corta edad.

Una vez finalizado el chequeo, Sebastián fue llevado al ambulatorio R-10 de la parroquia La Rosa, en Cabimas, para aplicarle la primera dosis de la vacuna contra la Poliomielitis, la cual debió haber sido suministrada vía oral pero, según su padre, se le aplicó de forma intramuscular. Para el progenitor eso parecía normal.

Transcurridas las horas, el infante comenzó a presentar un cuadro febril alto, su familia pensaba que era un síntoma común de la vacuna. “A medianoche el bebé no dejaba de llorar, la temperatura no había disminuido y si lo tocaba, su llanto aumentaba”, indicó el papá.

A la mañana siguiente, el niño seguía con la ebre, el llanto, los quejidos y su piel se tornó algo roja, señales suficientes para hacerle saber a mamá y a papá que algo no andaba bien. “Notamos que ‘Sebas’ estaba muy quebrantado, nos preocupó verlo así y lo llevamos a consulta con su pediatra”, agregó Ana, la conmovida progenitora.

Estando con el doctor, Fernández le explicó que no habían encontrado ningún otro centro asistencial para aplicarle la vacuna de la Poliomielitis, así que optaron por ir al ambulatorio de la Costa Oriental del Lago, donde habían oído que la estaban colocando.

Freddy Mijárez, pediatra del bebé, le preguntó al papá: ¿Se la suministraron vía oral o intramuscular?, a lo que el joven con gestos de preocupación le respondió “intramuscular doctor”.

He ahí el detalle”, exclamó el médico. La aplicación de la vacuna debe hacerse vía oral. Hace 67 años dejó de suministrarse de manera intramuscular, detalló el pediatra, mientras revisaba el estado de salud del pequeño Sebastián.

El diagnóstico apuntó que el bebé estaba presentando reacciones adversas a la vacuna. El padre decidió irse al ambulatorio donde le habían suministrado la inyección a “Sebas” para denunciar la irregularidad.

Cuenta el joven que estando allá, la enfermera que lo inyectó le dijo que por órdenes del Ministerio de Salud, la vacuna estaba aplicándose de esa manera y que ella no podía hacer nada.

Solo me dijo que si quería poner una denuncia, debía hacerla en el área de Epidemiología del Hospital de Cabimas”, añadió.

17 casos registrados

El doctor Freddy Mijárez aseguró que el caso de Sebastián no es el único que se conoce en Cabimas. Existen otros 16 que están alarmando a los familiares de los pequeños a los que se les ha suministrado vía intramuscular la dosis para evitar la Poliomielitis.

“He atendido otros casos que presentan los mismo síntomas. Esto quiere decir que existe una reacción adversa en su aplicación, debida a un virus muerto atenuado y la inmunidad que proporciona al paciente es muy baja”, explicó el especialista.

Aseguró que no es una cifra alarmante, pero sí llama la atención, en especial por la procedencia de la misma. “A veces se desconoce el lugar de dónde vienen los medicamentos, al igual que las fechas de lote y con eso hay que tener mucho cuidado”.

Dijo que para los próximos días se hará formalmente una denuncia ante el servicio de Epidemiología de Cabimas, para ver de qué manera se va a proceder con los casos presentados.

Por más que no se trate de una cifra alarmante, a futuro puede traer consecuencias graves en los lactantes que estén reaccionando ante la aplicación de la vacuna vía intramuscular”, aseveró el galeno.

Se intentó localizar al secretario de Salud del estado Zulia, doctor Ríchard Hill, para ver si tenía conocimientos sobre la aplicación de la dosis de inmunización en la COL, pero el funcionario no respondió a las llamadas.

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