El diario plural del Zulia

“El Hospitalito” invadido está a punto del colapso

Desidia: tan solo la fachada del edi cio conocido como “El Hospitalito”, en el sector Andrés Eloy Blanco, la re eja en su máxima expresión.

Adentrarse en él, para conocer el entorno de unas 150 familias, que desde hace 25 años invadieron la edificación, construida en principio para funcionar como el “Hospital La Paz”, resulta impactante. Claman reubicación, en cualquier momento el techo y las paredes agrietadas podrían venirse abajo.

Todos los servicios son improvisados, desde los drenajes de las aguas negras, que instalaron por fuera del edificio y desembocan en una tanquilla externa; las ramificaciones del cableado eléctrico, de línea telefónica y servicio de gas que atraviesan el techo y las paredes como telarañas. El agua la adquieren por tomas ilegales pegadas a una tubería madre que pasa por un lado del edificio.

De pronto parece como si el techo se viniera abajo. Las filtraciones han deteriorado todas la paredes y la lluvia es una de las más grandes tragedias para los habitantes. Hasta el sótano se les inunda.

En medio de las dos estructuras funciona una especie de vertedero de basura, toda clase de desechos han ido acumulándose de tal manera, que los malos olores se impregnan hasta el último rincón de “ El Hospitalito”.

Sin duda, el edificio no fue construido para la permanencia de familias enteras. Las dos torres, una que sería el área de consultorios y en la que ahora hay 98 apartamentos, y la otra que sería el ala de hospitalización, donde 48 grupos familiares dispusieron su hogar, ya no dan para más.

La necesidad llevó a los residentes a “tomar” el edificio luego de cinco años de abandono, donde se convirtió en la morada de bandas delictivas, sectas satánicas y dantescos crímenes, según Fernando Fernández, representante del movimiento comunitario Pasión por Maracaibo en la zona.

“La primera impresión es que esto es un nido de delincuentes, pero sabemos que también hay familias necesitadas, que no tienen otro lugar donde ir”, refirió Fernández.

Según los vecinos, cualquier cantidad de políticos han pasado por allí prometiendo la reubicación que tanto claman. Pero solo son promesas. “Arias Cárdenas vino hasta acá cuando estaba en campaña. Nos prometió que en el terreno de al lado, en el estacionamiento nos construirían nuevas viviendas, y esta estructura la derrumbarían para hacer más. Se quedó en palabras. Lo último que supimos es que dijo que a este sector ni agua, porque es de puros delincuentes”, comentó Rolando Bellaes, vecino de la comunidad.

“El Hospital de La Paz” se construyó en 1988, y una vez que estaba casi listo para abrir sus puertas, el Banco Hipotecario del Zulia ejecutó el centro por deudas millonarias que los dueños no habrían saldado, relató Fernández. Cinco años después fue inaugurado como “Villa Amada” y se convirtió en el hogar de más de cien familias que hoy viven en medio de la extrema desidia.

 

 

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