Hampa aterroriza con granadas vencidas
Cinco denuncias diarias reciben en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) a consecuencia del cobro de vacunas y extorsión a locales en la ciudad de Maracaibo. Los comercios que figuran como objeto de este flagelo son restaurantes, panaderías, ópticas, caucheras y ventas de comida.
Antes, personas pudientes de municipios como La Cañada de Urdaneta y Santa Rita eran en objetivo principal de los extorsionadores; ahora, los amedrentados son empresarios de la ciudad. Sin embargo, en dos de los tres incidentes de este tipo registrados durante el primer trimestre del año 2017 solo lanzaron el artefacto, pero no hubo detonación. Fuentes militares indicaron que los delincuentes intentan someter a los propietarios con granadas dañadas o vencidas.
Según estima el informante, en el mercado negro los precios de un explosivo de este tipo oscilan entre uno y dos millones de bolívares. En cuanto a la procedencia de los artefactos, señaló que es posible que los maleantes hayan perpetrado hurtos a bases militares. También añadió que es muy poco probable que importen las granadas de otros países, ya que la exposición prolongada del explosivo con hondas de calor provocaría una detonación inmediata.
En el país, las granadas son únicamente producidas por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), y esta se encarga de suministrar el dispositivo a los cuatro componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. La fuente militar explicó que el rango de acción de la detonación puede alcanzar los 20 metros cuadrados.
El primero registro de este año de ataques con granadas fue el pasado 3 de febrero, en Cauchos la 13. Luego el 17 del mismo mes lanzaron una granada en Moff Café; y el 28 de marzo en la discoteca One Way, en San Francisco.
