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Hambruna en la Guajira deja dos menores fallecidos

El rostro del hambre se dejó ver en el municipio Guajira, tras el fallecimiento de dos pequeños a causa de desnutrición. Los estragos de la precariedad y la hambruna acabaron con la vida de los hermanitos Gélber Gonzá- lez, de 2 años; y Ligia González, de 7 meses de edad, residentes del sector Wayamulisirra, vía la Alta Guajira.

Los niños eran alimentados solo con agua de arroz y harina con sal, fallecieron el pasado sábado en el Hospital Dr. Adolfo Pons, ubicado en la avenida Fuerzas Armadas de Maracaibo, tras presentar neumonía y un edema por falta de ingesta de alimentos.

En medio del desespero por la doble pérdida, una tía de los pequeños desde la Guajira relató: “Los llevamos al hospital en Maracaibo, pero no soportaron el hambre”.

No es la primera vez que la tragedia golpea a la familia González. Un trabajador de la morgue del centro hospitalario, quien pre rió no identificarse, aseguró que la madre de los menores era una adolescente, a quien también se le murió otro hijo algunos meses atrás, por desnutrición.

“Hace poco tiempo le sucedió lo mismo. Las condiciones en las que trae a los bebés son críticas, hasta el punto de que ya los doctores no pueden hacer algo para salvarlos”, dijo el técnico forense.

Sin recursos

Desde el sábado hasta ayer en la mañana, los cuerpos de los pequeños permanecieron en la morgue del hospital, ya que los familiares no contaban con los recursos para trasladar los cadáveres a la Alta Guajira donde residían junto a su madre.

Este lunes a tempranas horas de la mañana lograron retirar solamente a uno de los niños, pues no tenían dinero para trasladar el otro cuerpecito. Mientras que en la subregión realizaban un potazo para recolectar fondos y darle eterna sepultura a los pequeños.

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Trascendió que tan solo el traslado desde el hospital Adolfo Pons hasta el sector Wayamulisirra, les costaría unos 25 mil bolívares, de los cuales los parientes no disponían por la precariedad en la que subsisten.

Al ser consultado sobre el caso, el director del hospital Adolfo Pons, Oscar Áñez negó conocer sobre el tema y aseguró: “Si supiéramos algo sobre estos niños ya habríamos gestionado a través de la oficina de trabajo social la ayuda para trasladarlos”.

Áñez destacó que generalmente en el centro de salud ingresan niños en total estado de desnutrición provenientes de sectores indígenas, pero que “en la mayoría de las ocasiones se presta la ayuda necesaria para salvarles la vida”.

El drama wayuu

A lo largo del último año más de 100 niños han muerto en la Guajira colombiana por situación de hambre. Esta cifra la arrojó un reciente boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS). Según el informe, nueve de estos fallecimientos se presentaron en la última semana.

El diario El Espectador reportó que los departamentos más afectados por la poca o mala alimentación en los menores son Guajira y El Meta. El mismo reporte indicó que el 80 por ciento de los niños wayuu muertos pertenecen a la zona rural de Manaure, Guajira.

El caso de los bebés fallecidos en el hospital marabino confirma que la situación de hambruna se ha extendido considerablemente a lo largo y ancho de la subregión venezolana.

El diputado indígena Virgilio Ferrer destacó que este caso evidencia la crisis en materia alimentaria por la que atraviesa el país. “Nuestros niños se están alimentando con mangos para sobrevivir y el Gobierno nacional solo usa distracciones políticas”, aseveró.

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