Hambre y escabiosis en Teotiste de Gallegos
Sus pieles están marcadas por los estragos de la escabiosis. Se rascan con desesperación sus pequeños cuerpos, que además están mal nutridos. No es la primera vez que la “sabrosita” los ataca. Cris Daniel Ocando Montiel, de 5 años, tiene la piel áspera y reseca. Ya sufrió la escabiosis hace meses, y ahora el sarpullido está apareciendo de nuevo. Su hermana Milanis, de 2 años, también presenta lesiones en su piel. Viven en la zona más escondida del sector Teotiste de Gallegos, en la parroquia Coquivacoa. Tienen los estómagos abultados y sus costillas se cuentan con facilidad.
“No sabemos de qué será eso, por qué les sale eso en la piel, debe ser el agua o la arena. Cuando los llevamos al médico nos dan una cremita y se las echamos, los bañamos con ramas pero les vuelve a salir”, relató Wilmer Ocando, padre de los pequeños.
Los vecinos suponen que el gran río de aguas negras que se encuentra frente a los ranchos, es también causante del brote de la enfermedad en la zona.
En los Centros de Diagnósticos Integrales (CDI) y ambulatorios de Barrio Adentro del sector, atienden al menos 15 casos de escabiosis a diario, aseguró Constan Gutiérrez, doctora del consultorio médico popular Barrio Adentro Teotiste de Gallegos I.
“Hay un repunte importante de escabiosis. Al menos un 50 o 60 % en la zona y tiene que ver con el mal estado en el que llega el agua por tubería y también en el que la compran a los camiones cisterna”, explicó Gutiérrez.
En el Centro de Educación Integral Delia Matilde González de Marín “Mamá Delia”, las maestras reciben a diario niños con esta y otras afecciones virales. “Hay niños con hepatitis, escabiosis, diarreas y por supuesto con cuadros de desnutrición importantes. Los recibimos como sea y tratamos de ofrecerles una mejor alimentación a través del Programa de Alimentación Escolar, pero las condiciones en las que viven algunos son agobiantes”, comentó Olga Bermúdez, maestra del centro educativo.
La escabiosis es una enfermedad de la piel altamente contagiosa, producida por el ácaro parásito Sarcoptes scabiei y es tratada con antiestamínicos. Las lesiones pueden durar de una semana a 21 días.
