Giuseppe Malandrino: “Lo máximo que podría ocurrir es un tsunami miniatura”

El pasado 16 de octubre se registró en Maracaibo un sismo de 4.3 grados y una réplica, minutos después de 3.2, hechos que causaron zozobra entre los ciudadanos. Hay una buena noticia para aquellos preocupados por un evento más fuerte: no hay riesgo de un terremoto en el Zulia en el futuro, según lo aseguró el ingeniero y geólogo Giuseppe Malandrino, coordinador de la materia de Geología Petrolera y profesor titular de la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Ingeniería en la Universidad del Zulia (LUZ), quien explica el escenario.

—¿A qué se debió el fuerte movimiento telúrico del domingo 16 de octubre?

—Según la información suministrada por Funvisis, el epicentro se localizó en el centro de Lago de Maracaibo. Según mi conocimiento, se debe esencialmente a la presencia de una falla ubicada en el noroeste y el suroeste del estado, y que pasó precisamente por ese punto donde ellos perfilaron el movimiento, denominada falla La Maicotea. La misma atraviesa un área a lo largo de toda la cuenca del Lago y se divide en dos partes desde un aspecto estructural, que de una manera intercepta otra falla llamada Oca, que está al norte, y en el sur del Lago llega casi hasta la base de los Andes.

—¿Cuáles son las otras fallas de Venezuela?

—Hay otro sistema de fallas paralelas que pasan por Pueblo Nuevo, cerca de la Costa Oriental del Lago, otras que rebasan el pie del monte de la sierra de Perijá. Hay todo un sistema de fallas que pertenecen a un sistema tectónico más reciente que la antigua falla de Oca, la cual está inactiva, y se prolonga hacia el este, debajo de la cordillera del Caribe. De una manera se empalma con la falla de El Pilar, San Sebastián y Victoria hasta la zona oriente venezolana. La otra falla más reciente es la de Boconó, la cual se empalma de este a oeste, es rotacional, con desplazamiento vertical pero en su esencia se mueve horizontalmente del bloque que esta al este.

—Y, en ese juego de ajedrez telúrico, ¿por qué ocurren sismos en Zulia?

—Podríamos decir que el Zulia, una parte de Táchira y una parte occidental de Colombia en la Sierra de Perijá, podría estar conectada a lo que es la Placa de Nasca. Desde el punto de vista tectónico, pertenecemos a otra zona. La causante es algo dentro del Lago que se está ajustando a los movimientos tectó- nicos, o empujes tectónicos, que vienen del oeste hacia el este (la placa oceánica-pacifica), que se está insinuando por debajo de la placa terrestre de la placa continental que comparte Colombia y Venezuela. Por ende, ese sistema es el que sacude todas las zonas y pone en movimiento esta megaestructura que está debajo de la cuenca del Lago.

—¿La explotación petrolera es causante de esos movimientos?

—La influencia de la explotación petrolífera no es predominante. Tal vez de alguna manera facilitará algunos movimientos, pero no es la causante del tectonismo, y que el petróleo ubicado debajo de la cuenca del lago, es como un fluido huésped de la roca, por lo tanto no lleva importancia bajo la actividad tectónica.

—¿Los ciudadanos tienen alguna razón para preocuparse?

—En cuanto a la peligrosidad y a la preocupación, yo creo que se ha exagerado un poco, ya que históricamente Maracaibo nunca ha tenido sismos que afectaran la construcción de edificios y casas. Al no tener datos históricos, no creo que pueda empezar ahora toda una historia geológica que para desarrollarse necesita millones de años, evaluándolo en escala de la vida del hombre, para que Maracaibo sea afectado desde el punto de vista tectónico o pueda crear preocupaciones. Viendo las historias de sismos en Colombia, Ecuador o Perú están un poco lejos desde el punto de vista de la sismicidad.

—¿Cuál es su recomendación para los zulianos?

—Deberíamos de quedarnos tranquilos, lo máximo que pueda ocurrir es un pequeño maremoto o un tsunami miniatura, un movimiento de oleaje anormal, debido a que los bloques que están en el subsuelo están relajándose o moviéndose.

—¿Es posible que ocurra un maremoto, entonces?

—Por las grandes distancias que tenemos alrededor del Lago y por la baja profundidad que tiene el Lago que llega máximo hasta 55 metros, la masa de agua es muy dócil. Esperar un tsunami como los que ocurren en el océano Pacifico o Índigo, es algo improbable ya que el espesor de la masa de agua allá, son de miles de metros.

—¿Se debería prevenir la situación haciendo un simulacro?

—El terremoto como tal tiene importancia cuando ocurre en el epicentro, donde se verifica la cercanía o que, de hecho, el epicentro sea en un espacio poblado, que pueda causar noticia. Pero el movimiento que tuvimos fue lejos de la zona poblacional. Por ejemplo, si un terremoto se verifica en una zona despoblada como un campo o en el mar, no se reportaría por ser de una magnitud importante y muy lejos del alcance de peligrosidad. Saber cuándo se pueda producir un terremoto en áreas donde se verifican de una manera muy esporádica, hablando de una escala de 3 a 4 generaciones, no tiene sentido hacer actos de prevención cuando la espera va a ser tan larga.