El diario plural del Zulia

Feligresía marabina recibe la bendición de las palmas

Este domingo la Iglesia católica formalmente dio inicio a la Semana Mayor, con la bendición de las palmas del Domingo de Ramos, acto simbólico que representa la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén. La máxima autoridad eclesiástica en el mundo, el papa Francisco, encabezó la tradicional bendición de las palmas y ramos en una misa celebrada la mañana de este domingo, en la Plaza de San Pedro, en la ciudad del Vaticano. Durante la homilía, el pontífice indicó que Jesús llama a seguirlo por medio de hechos y no por palabras, “él no pide que lo contemplemos por cuadros o imágenes, pide algo más".

Reconoció que la celebración del Domingo de Ramos “tiene dos significados que van desde el sabor dulce hasta lo amargo, pasando por dos sentimientos el de alegría y el del dolor. Festejamos la entrada de Jesús a Jerusalén y el inicio del relato de la pasión”, apuntó. Antes de nalizar el sermón cristiano explicó que el ser humano debe llevar su propia cruz con paciencia, no rechazarla ni hacerla a un lado, sino aceptarla todos los días sin protesta.

Fe sin medida A pesar de la realidad socioeconómica de Venezuela, ayer las iglesias del territorio nacional y miles de feligreses no dejaron a un lado la tradicional bendición de palmas y ramos de olivo. En Maracaibo, el arzobispo monseñor Ubaldo Santana, hizo la respectiva bendición en la sede del Arzobispado. Ubaldo explicó en su mensaje previo a la bendición y a la procesión, que las palmas benditas son símbolo de vida, una muestra de seguimiento y devoción por parte de los feligreses hacia Jesucristo.

“El Domingo de Ramos nos adentra en el misterio más profundo de nuestra fe cristiana. Ahí somos partícipes de la rebelión de amor misericordioso de Dios manifestado en Jesús”, indicó Ubaldo, mientras se disponía a bendecir las palmas. Luego de su discurso de reflexión sobre el inicio de la Semana Santa, días en los que la comunidad cristiana vive de cerca la vida y pasión de Jesús, el arzobispo señaló que a pesar de las dificultades que presentaron 62 templos de la ciudad para distribuir las palmas, sintió un gran alivio y satisfacción que ese inconveniente no fue motivo para que los seguidores dejarán de asistir a la procesión.

“En un momento sentimos miedo, porque no contábamos con las palmas para su bendición, pero ustedes queridos hermanos han demostrado que existe una fe sin medida y eso es lo que nos pide nuestro Señor: Creer”. Con el repique de las campanas se dio inicio a la procesión de las palmas, que iba desde la sede del arzobispado hasta Catedral de San Pedro y San Pablo, en el Centro de Maracaibo. El rostro de los asistentes, entre grandes y pequeños, evidenciaba su devoción por el inicio de los días santos; algunos con palmas en sus manos, otros sin ellas porque no pudieron comprarlas, aún así manifestaron sentirse satisfechos y agradecidos por tener la dicha de asistir a la ceremonia religiosa que recién comenzaba.

Tiempo de reflexión En la puerta de la Catedral estaba Claudia Jerez, oriunda de la ciudad de Valera. Acompañada de cuatro personas, todos integrantes de su familia, vino a pasar lo días santos en Maracaibo. Conmovida, Claudia aseguró que el mensaje del arzobispo le llegó al corazón. “Estos mensajes son necesarios en estos tiempos tan difíciles para el país, es importante que todos aquellos que creen en Dios pidan por la paz de Venezuela y el resto del mundo”, exhortó.

Claudia comentó que más allá de ir al templo por tradición, “debemos sincerarnos y sentir solidaridad y compasión por aquellos que salen a las calles a protestar pacíficamente por el respeto a sus derechos”. En la liturgia, el arzobispo Ubaldo Santana indicó a los devotos que estos días santos es de gran importancia vivir el Triduo Pascual (tiempo en el que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo). Monseñor resaltó que esos tres días son la joya del tesoro, donde queda demostrado el amor hacia el Señor.

“Quien no soporta el agobio, el sufrimiento y la desesperación que venga a Jesús, él hará que el peso se haga más ligero”, resaltó. Al finalizar, Ubaldo Santana pidió a la feligresía tomarse el tiempo de reflexionar y orar por aquellas personas que hoy día sufren.

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