El diario plural del Zulia

Fármacos para la tensión cuestan hasta Bs. 500 mil

Una caja de corentel, de 1.25 miligramos, vale 148 mil bolívares en las escasas farmacias en las que se consigue

Ramón Pirela, de 64 años, busca concor de 2,5 miligramos para controlar su presión arterial. Se arma de paciencia porque no debe sufrir sobresaltos mientras no tome el fármaco. Aun así, el costo de una caja de 30 comprimidos de corentel lo impresiona: deberá pagar 500 mil bolívares.

Ese es el precio que le colocan los revendedores del centro de Maracaibo a la caja de 30 tabletas, de cinco miligramos cada una, que contiene el mismo principio activo del concor: el bisoprolol.

El abuelo camina entre otras cinco mesas que, según comenta, lucen como “minifarmacias ambulantes”. Por fin encuentra un empaque de 30 pastillas de corentel de 2,5 miligramos. Su costo es de 350 mil bolívares. “En la farmacia SAAS del Centro Comercial San Felipe no hay ni concor ni corentel”, lamenta.

Bajo otros nombres

En una farmacia que está ubicada en el corredor vial Cecilio Acosta, el concor no llega desde hace casi cuatro meses.

Pero, al igual que en el casco central de la ciudad, hay corentel, de 1.25 miligramos. En el establecimiento, el valor de la caja es de Bs. 148.571.

Medicamentos que se exhiben a cielo abierto podrían dañarse rápidamente, debido a las altas temperaturas; lo que representa un riesgo para quienes lo consumen.

La crisis económica dispara los precios. “En otras farmacias hay medicamentos genéricos importados que cuestan casi 800 mil bolívares”, comenta un trabajador.

Cada mes reciben entre 24 y 48 cajas que no dan abasto a la cantidad de pacientes que solicitan la medicina.

“Todos los días nos preguntan por ella y se acaban muy rápido”, agrega el empleado.

Existencia limitada

El fármaco que sirve para tratar la insuficiencia cardíaca crónica no arriba a otras tres farmacias del sector Bella Vista desde hace tres meses.

“Lo último que nos llegó fue biotallol de 2.5 miligramos y su precio era de 300 mil bolívares”, dijo un empleado que prefirió no revelar su identidad.

Durante los últimos dos años, tampoco ha llegado a una farmacia que se halla en el municipio San Francisco.

Ofrecen soluciones

En algunas farmacias de la capital zuliana han optado por realizar una lista de los clientes que requieren el insumo.

“Cuando llegan las cajas los llamamos para asegurarnos de que los adquieran quienes realmente lo necesitan y evitar que los revendan”, explica un farmaceuta que solicitó mantener su nombre bajo anonimato.

Por blíster y en efectivo

En el centro venden cada envase de 10 pastillas en 180 mil bolívares. Quienes se dedican a ese negocio abren las cajas tradicionales para negociar cada blíster y obtener en total 540 mil bolívares por todo el contenido de la caja.

La única forma de pago es en efectivo. Así lo exigen los encargados de las mesas clandestinas.

“Se necesita un control. Esos no son los precios reales. Se debe averiguar cómo consiguen esos medicamentos”, refuta Ramón, quien se aleja del lugar rumbo a expendedores formales.

70 por ciento de los pacientes del Instituto de Enfermedades Cardiovasculares de La Universidad del Zulia afirma no conseguir el concor.

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