El diario plural del Zulia

Fármacos para el alzhéimer quedaron en el olvido

Los tratamientos para las personas con la “enfermedad del olvido” desde hace un año, no aparecen en las farmacias

Hace un año que Aura Vera, de 84 años, no toma tratamiento para el Mal de Alzheimer —enfermedad cerebral degenerativa que causa problemas con la memoria—. Los fármacos no se consiguen y se mantiene con antidepresivos y anticonvulsivos que su hijo Hénder logra conseguir.

Ni el Dazolin ni el Ebixa, presentaciones comerciales del donepezilo, se consiguen en ninguna farmacia. Aura debería tomarlos, pero la producción nacional está paralizada.

Solo conseguimos medicamentos para evitar las convulsiones y para mantenerla tranquila. Un tratamiento como tal para la condición, no está recibiendo, porque simplemente no lo conseguimos”, comenta Hénder Vera, hijo de Aura, diagnosticada hace seis años con la enfermedad.

Desde finales de febrero de este año, en una reconocida farmacia ubicada en el sector 18 de Octubre, en Maracaibo no llegan medicamentos para tratar el alzhéimer, ningún principio activo, en alguna de sus presentaciones comerciales.

“Uno trata de ayudar a los pacientes como pueda y los pone en contacto con personas que traen los medicamentos de otros lados, pero comercializar fármacos traídos de Colombia es un riesgo que no todos asumimos”, señaló Tarek Jarbouh, encargado de la referida droguería.

En vista del alto costo, papeleo y la falta de control de calidad de los fármacos importados, prefiere no ofrecerlos.

En la Farmacia Global, en San Francisco, desde hace un año estos medicamentos comenzaron a descontinuarse. Según Elizabeth Salinas, farmaceuta encargada del lugar.

“De los fármacos autorizados en Venezuela, como donepezilo, galantamina y memantina, en cualquiera de sus presentaciones comerciales, no queda nada en la mayoría de los anaqueles”.

Ni los complementos

Conseguir los antidepresivos y calmantes que mantienen a Aura también es una odisea. Últimamente Hénder solo encuentra ácido valproico importado de Colombia como Valcote o Valpron, incluso en la presentación pediátrica de jarabe, a un costo de 36 mil bolívares.

La sertralina, medicamento antidepresivo complementario, también se encuentra solo importado. Diez pastillas por 8 mil bolívares.

De por sí el alzhéimer, o la “enfermedad del olvido”, como se le conoce, es una condición neurodegenerativa, es decir, las personas van perdiendo poco a poco la capacidad de controlar el pensamiento, la memoria y el lenguaje, hasta que son incapaces de reconocer a sus familiares, hablar, leer, escribir o asearse por sí mismos.

No tener tratamiento acelera el proceso degenerativo. Para Hénder y su hermana mayor Maigua, quien se encarga de los cuidados de la señora Aura, la mejor medicina es el afecto, la comprensión, la tolerancia y la calidad de vida que se le brinde a los pacientes, sin embargo desde que no toma tratamiento el deterioro se acentúa con más rapidez, aseguran.

Aura no reconoce a sus familiares ya, aunque de vez en cuando viaja al pasado y los llama como si aún fuesen niños. Tiene días malos y agresivos, y otros buenos en los que responde satisfactoriamente a los estímulos de sus hijos.

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