En comunidades de Maracaibo abunda la basura
Hace mucho tiempo que el camión del aseo no pasa por aquí, ya no sabemos qué gura tiene”, afirma Alí Molero, residente de la calle 90 del sector Santa Lucía.
La falla en el servicio de recolección de basura se acentuó en los últimos meses, convirtiendo las calles de Maracaibo en un vertedero.
En julio de este año, el Tribunal Supremo de Justicia otorgó el control del Instituto Municipal de Aseo Urbano (IMAU) a la Gobernación Zulia, para garantizar la prestación eficaz del servicio público, despojando de su competencia a la Alcaldía de Maracaibo. Tras el fallo, el problema continuó.
Tres meses después, el recién electo gobernador Juan Pablo Guanipa fue destituido. En su lugar, asumió la gobernadora encargada Magdely Valbuena.
Durante el proceso de transición, nadie se preocupó por recoger las montañas apiladas de desechos que se observan en la avenida La Limpia, La Circunvalación 2, la Libertador, Sabaneta, barrio Integración Comunal, Cuatricentenario, El Despertar y la urbanización Urdaneta.
Sin solución
Los habitantes abandonan los desperdicios, en bolsas negras, en las avenidas; pero los perros y gatos rompen los empaques y riegan la basura, generando mayor caos.
Algunos marabinos pagan entre 10 y 15 mil bolívares en efectivo a las personas que se
trasladan en burros para deshacerse de los residuos. Tal es el caso de Eduardo Salas, quien vive en la cuarta etapa de la urbanización La Rotaria.
“Teníamos más de dos semanas con los desperdicios y el aseo no pasó. No soportábamos el mal olor, por eso pagamos para que los burreros la boten”, puntualizó.
La situación se salió de control y la anarquía se apodera de la situación cuando los burreros lanzan los desechos en cualquier lugar, reconoció Salas.
Los vecinos piden a las autoridades regionales que garanticen la recolección de la basura para evitar la proliferación de insectos y enfermedades.
