Diez familias ocupan el Palacete de Loyola
A sus dos años de edad, hace 44 años, Luis Pirela llegó con sus padres a la mansión conocida como el Palacete de Loyola; ubicada en la avenida Doctor Portillo, en el sector Paraíso, a pocos metros de la Plaza de las Madres. El lugar es ahora propiedad de la Gobernación del Zulia. Según informó en 2015 Mariela Quintero, presidenta de la Corporación Zuliana de Turismo, la casa formará parte del proyecto de ruta histórica cultural que adelanta el Gobierno regional.
Bajo esta espera ya son tres las generaciones que hacen vida en esos espacios; en total, 10 familias. Allí nacieron los cuatro hermanos de Luis, sus hijos y, recientemente, sus nietos. Una de sus hijas se encuentra nuevamente embarazada. Pirela, quien es docente y trabaja para el Ministerio de Educación, asegura que no son invasores del espacio ni indigentes.
“Mis padres les cuidaban las casas a la acaudalada familia Quintero, quienes fueron los últimos dueños de esa casa, antes que nosotros. Los Quintero les preguntaron a mis padres si querían cuidar una edificación que tenían y ellos aceptaron y limpiaron toda la casa”, relata, mientras dos niños corrían y se asomaban por los balcones de estilo francés de la mansión de altas paredes. En el interior de la casona que data de la década de 1920 se hallan lavadoras, neveras, aires acondicionados y todos los muebles necesarios para habitarla, además de servicios públicos como agua, gas y electricidad que Luis contrató en 1997 con la antigua Enelven.
Necesitan un nuevo hogar Los padres de Luis se encuentran enfermos. A su papá, de 73 años, lo dializan en el Adolfo Pons. Sufre de insuficiencia renal desde hace más de un año y su mamá, de 63, sufre de la tensión y de desgaste en las caderas. “La Gobernación no puede intentar sacarnos. Ellos más bien tienen que indemnizarnos o darnos las viviendas prometidas”, expresa. La última vez que, el además taxista habló con el secretario de Cultura, Giovanni Villalobos, actual secretario de Gobierno, sobre la reubicación de la familia fue en noviembre.
Les propusieron trasladarse hasta la Cañada de Urdaneta para ocupar viviendas; pero para Luis no resultaba conveniente porque su lugar de empleo se encuentra en Maracaibo. Origen de la propiedad Historiadores de la ciudad comentan que la edificación fue cimentada por el empresario Joshua Da Costa Gómez, proveniente de Curazao, quien la perdió al hipotecarla al Banco de Venezuela.
Posteriormente fue sede del colegio La Presentación; hoy situado frente al Hospital Universitario. Se espera que se destinen recursos para el traslado de los Pirela Gudiño y que el lugar sea aprovechado como sitio histórico.
