Despiden al profesor Darío Durán
Judih Aular de Durán encabezó la primera Guardia de Honor por ser la vicerrectora académica, aunque en ese momento prevaleció el agradecimiento y el dolor por tratarse de la partida de su esposo.
Darío Durán Cepeda, catedrático zuliano, profesor universitario y miembro de honor de las Olimpiadas Nacionales e Internacionales de Matemática, fue homenajeado el lunes en la sala que lleva su nombre, dentro de la Facultad de Humanidades y Educación.
Con toga y birrete Jesús Salom, vicerrector administrativo de LUZ, y Marlene Primera de Galué, secretaria docente, acompañaron el féretro. Judith Aular de Durán cerraba los ojos con fuerza, parecía estar orando y agradeciendo por haberlo conocido, por haber pasado junto a él más de 44 años de feliz matrimonio y tener cuatro hijos.
El exdecano, referencia de matemática en la casa de estudios zuliana y en toda Venezuela, partió con Dios el domingo. Eran las 3:30 a.m., en la clínica D’ Empaire, cuando anunciaron el fallecimiento, escena que lloraron sus compañeros de trabajo, estudiantes y personal administrativo, ayer durante el homenaje.
“Me va a hacer falta su carcajada... profesor como él no hay otro”, decían en los pasillos de la Escuela de Educación de la Facultad de Humanidades.
El consejo de facultades, el consejo de escuela y profesores custodiaron también a Darío Durán. Minutos de silencios y un centenar de personas acompañaron el cortejo fúnebre hasta el Cementerio Jardines del Sur (La Chinita), donde le dieron cristiana sepultura.
El brillante docente recibió en 2012 el reconocimiento más importante que otorga LUZ, el Doctorado Honoris Causa por su contribución a la investigación y la extensión universitaria, abnegación que no abandonó hasta el final de sus días.
