El diario plural del Zulia

Desidia y desánimo reinan en Diciembre

Las calles de Maracaibo están abarrotadas por la basura. Tradiciones se pierden ante la crisis económica y escasez de alimentos

En otrora las calles de Maracaibo deslumbraban a propios y visitantes con adornos y luces, que anunciaban la llega de la temporada decembrina.

A 16 días para finalizar el 2017, las principales avenidas lucen abandonadas. En la plaza El Ángel de Bella Vista aún permanecen los restos de las luminarias que hace tres años dejaron de encenderse.

En la avenida Padilla no queda rastros de la decoración que iluminó los corazones de niños, jóvenes y adultos.

“Desde pequeño siempre asistí al encendido de luces, pero todo eso se perdió. Hoy día las personas estamos desmotivadas, debemos darle prioridad a la comida. Esperamos que el año que viene todo cambie”, expresó Darwin Ríos.

El desánimo reina en las barriadas populares y urbanizaciones de la ciudad. Su realidad es agobiante y va más allá de las falta de luces y ornamentos: carecen del servicio de aseo urbano.

Las bolsas de desechos y la humareda forman parte del paisaje. “El camión no pasa desde hace más de dos meses y los vecinos optan por quemar la basura para evitar la proliferación de insectos y el mal olor”, dijo Daniela Hernández, quien vive en la zona.

Vivo en el quinto piso en la urbanización Villa Delicias y hasta acá llegan las moscas, expresó.

Detrás de la Intendencia de la parroquia Juana de Ávila y en sus alrededores, colindan tres “vertederos” de basura, que son incinerados a cualquier hora; afectando la salud de los habitantes.

La misma escena se repite en la avenida principal del sector Cañada Honda, donde a diario son quemados los desperdicios que son lanzados por residentes y transeúntes.

Los vecinos piden a las autoridades que reactiven la recolección de basura para evitar afecciones respiratorias y el incremento de enfermedades.

Sin tradiciones

Xiomara Uzcátegui, de 56 años, ve muy alejada la posibilidad de tener una comida navideña en su casa.

“No se consigue pollo ni pernil y las verduras están muy caras. Tendremos que hacer una vaca entre cinco familias para poder hacer unas hallacas”, señaló la residente de la calle 56 y avenida 3F, en Bella Vista.

Para Miriam Mayor, de 65 años, las tradiciones decembrinas se perdieron. “En Santa Lucía tienen años que no adornan. Cada quién está en lo suyo”, lamentó.

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