Derrame de petróleo ocasionado por el ELN avanza hacia el Lago de Maracaibo
La política terrorista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) acentúa el impacto ambiental hídrico en la frontera colombo-venezolana. El martes, en la zona rural del municipio de Toledo, al Norte de Santander, sumó su ataque número 11 en lo que va de año: siete contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, tres contra el Trasandino y uno contra el Mansoyá-Orito.
Un conjunto de 108 barreras, en cuatro puntos de control, fue desplegado por Ecopetrol sobre el lecho del río Catatumbo tras el atentado contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, para tratar de impedir la propagación de una mancha de petróleo que avanza hacia Venezuela.
Inicialmente las trazas de crudo vertidas sobre la quebrada La Llana, en Toledo, se extendieron el miércoles unos 700 metros hasta desembocar en la aguas del río Catatumbo, que tributa en el Lago de Maracaibo.
La contaminación alcanzó las poblaciones rurales de los municipios de Teorama y El Tarra, y atravesó el punto de control instalado en el corregimiento de La Gabarra, de Tibú, en la línea divisoria. En total, hay 5.000 personas afectadas.
En este último lugar Ecopetrol dispuso de 84 barreras mecánicas como parte de su plan de contingencia apoyado por 120 operarios.
El río Catatumbo nace en el Norte de Santander, en la parte oriental de Colombia específicamente en el cerro de Jurisdicciones a 3.850 msnm, en el municipio de Ábrego, al oeste del departamento Norte de Santander y desemboca en Venezuela en el Lago de Maracaibo, al que aporta cerca del 60% de su agua dulce al importante estuario.
Su desembocadura es en forma de delta, que penetra hacia el interior del lago, rompiendo en cierta forma la simetría del mismo.
Nuevamente uno de los principales afluentes del estuario más importante de Sudamérica como lo es el Lago de Maracaibo, se vería afectado por derrames de petróleo por rupturas de tuberías en Colombia donde nace esta cuenca hidrográfica. Su cuenca comprende 22.317 km², de los que 16.626 km² son territorio colombiano y los restantes de Venezuela.
Este jueves el presidente de la empresa Ecopetrol, Felipe Bayón, dijo que “no se han ahorrado esfuerzos para mitigar los efectos de este atentado”, a su vez, pidió el cese de estos actos violentos, con graves implicaciones a las comunidades y al medioambiente.
Los primeros dos puntos de control están ubicados en la quebrada La Llana. Uno en la vereda Llana Baja, a 1.5 kilómetros del lugar del suceso, y el segundo en la vereda Las Escalas, a 4,5 kilómetros del sitio del atentado contra este tubo, cuyo bombeo permanecía suspendido.
“Corponor – la autoridad ambiental- está trabajando en el monitoreo del plan de contingencia. Todos sabemos que con el Anla estamos adelantando este trabajo y esperamos que en horas de la tarde ya esté asegurado y que no se presenten lluvias en la zona”, señaló César Ortega, coordinador de Hidrocarburos de la entidad.
