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Delincuencia se ensaña con el Carlos Luis Rincón Lubo

Con saña y maldad, así actúan los delincuentes que casi semanalmente atacan la escuela Carlos Luis Rincón Lubo, ubicada en el sector Manzana de Oro de Maracaibo.

Progresivamente se han ido llevando cada cosa de valor, los aires acondicionados de cada salón, nueve en total, cableado eléctrico, material escolar y láminas de acerolit.

En esta ocasión, el robo número 15, los delincuentes aprovecharon el asueto del 12 de octubre, para entrar a la institución y llevarse por completo el Plan de Alimentación Escolar (PAE), que recibieron en la escuela el pasado martes, además de nueve morrales con sus kits escolares.

El botín incluía 37 kilos de pollo, harina, pasta, leche, arroz y verduras. También las listas escolares que los representantes habían comprado para los alumnos de sexto grado que estaban guardadas en uno de los estantes del salón.

Son innumerables las denuncias que se han hecho ante las autoridades, pero solo se quedan en las actas, pues la protección policial nunca llega.

“Estamos cansados de que los cuerpos policiales y los funcionarios del municipio escolar solo vengan a levantar actas y no aportan ningún tipo de solución”, reclamó Nemesio Antúnez, profesor de Educación Física del plantel.

Ya es costumbre que al regresar de un finn de semana o un feriado los docentes consigan la escuela violentada. La comunidad parece ser ciega, sorda y muda ante la situación, pues a pesar de que los ladrones abren huecos en los techos y rejas para pasearse por la institución con tranquilidad, nadie ve, escucha, ni dice algo.

“Les da miedo hablar, porque la delincuencia en el sector los tiene reprimidos, pre eren callar para no meterse en problemas con gente mala”, denunció Denny Urdaneta, presidente de la asociación de vecinos de Manzana de Oro.

El acceso esta vez lo consiguieron a través del hueco del aire acondicionado de la oficina de dirección, que ellos mismos dejaron vacío en el último hurto, en frente está el cuarto donde Unas pocas verduras dejaron los delincuentes en la institución educativa.  almacenaban los alimentos. A escasos metros, en el salón de sexto grado lograron entrar por el techo, cortaron las láminas de acerolit y de cielo raso. No se conforman con robar, revuelven todo, destruyen lo que se les atraviesa en el camino, solo por maldad.

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