El diario plural del Zulia

Delincuencia, caos y prostitución reinan en el Kilómetro 4

El kilómetro 4 es una de las vías más concurridas y comerciales de la zona sur de Maracaibo. Ubicada entre las parroquias Luis Hurtado Higuera, de la capital zuliana, y Francisco Ochoa, del municipio San Francisco. Se ha catalogado como un punto neutro, donde los gobernantes omiten cualquier solución ante las graves carencias y problemáticas que a diario se registran en la zona.

“El 4”, como muchos suelen llamarlo, no duerme. Buhoneros, transportistas “piratas”, indigentes, delincuentes y quienes practican la prostitución se adueñan de la vía y los pasillos del improvisado mercado.

Pasajeros y transeúntes pre eren restringir el paso por el lugar hasta las 6:00 de la tarde, por temor. “Esto en las noches es una cueva de lobos y el ciudadano común se expone a robos, atracos, improperios y hasta vejaciones”, dice Pedro García, quien reside en la urbanización El Samán, pero trabaja en el sector La Limpia.

García relata que el alcohol y la droga son usados por gran parte de las personas que merodean en el límite entre los importantes municipios del estado Zulia. Para este trabajador “no hay autoridad que evite las irregularidades”.

Durante el día en el Kilómetro 4, se pasa entre el calor, el bullicio de los buhoneros, las cornetas de las unidades de transporte público y particular. Más de 15 líneas de carros por puestos, micros y autobuses tienen sus paradas en la zona, generando mayor caos vehicular.

Los conductores responsabilizan a los “piratas” y choferes de las vanes de adueñarse de los espacios. “Se atraviesan y paran donde les da la gana y cuando uno reclama son demasiados los improperios e incluso muchos se han ido a las manos”, dijo José Sánchez, avance de la ruta El Soler.

Los trabajadores del volante del municipio sureño, quienes en su mayoría convergen en el Km-4, exigen la presencia del Sicsum-transporte, ente encargado de la organización vial. Aseguran que los funcionarios de este organismo las veces que se han acercado, no atacan el problema de raíz solo cumplen algunas horas y se retiran.

Aquí tiene que hacerse un trabajo de fondo, no de forma, no cumplir un horario y llevar unos cuantos carros remolcados, hay que trabajar como es”, considera Jesús Carrillo, conductor de León Mijares.

La basura y animales muertos también forman parte de los obstáculos que deben esquivar las personas que transitan por el Kilómetro 4.

Para la vendedora Deisa Villarroel, “los comerciantes informales se han adueñado de los espacios para los peatones y el tránsito vehicular. "Los buhoneros hacen lo que les da la gana y no se les puede decir algo porque son capaz hasta de matarnos”.

Por ser una zona limítrofe entre los municipios Maracaibo y San Francisco, ambas autoridades municipales se “pelotean” las responsabilidades. Mientras que quienes deben pasar a diario por el Kilómetro 4 piden mayor presencia policial, recolección de la basura, supervisión de los entes de tránsito, y el reordenamiento.

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