El diario plural del Zulia

Deficiencias en el peso no se deben a la leche materna

Por cada madre que está segura de que su propia leche es suficiente para alimentar correctamente a su hijo, muchas otras, bien por decisión propia, sugerencias de su entorno familiar o hasta por recomendaciones del propio pediatra, deciden recurrir a la fórmula láctea dejándose llevar por la creencia repetida: “Es que el bebé no se llena; darle pecho es insuficiente; queda con hambre”.

A este paradigma cultural se oponen expertos quienes cada vez más hacen llegar su voz de alerta a todas las familias, por la cantidad de beneficios que pierde esa dupla maravillosa madre-hijo, cuando se abandona la lactancia exclusiva.

Aunque los sustitutos de la lactancia natural oferten una gama de soluciones y alternativas, parece que es mucho más probable que primero exista o una razón fisiológica o un error en la práctica de la Lactancia Materna, a que la leche falle en su función natural, la cual es creada únicamente para proporcionar un alimento ideal para el crecimiento y el desarrollo de los lactantes.

La doctora Claudia Cristina Sánchez, pediatra y consejera de Lactancia Materna, dio a conocer los hallazgos encontrados por un equipo multidisciplinario ubicado en Valencia, Carabobo, durante las Jornadas Científicas Académicas, realizadas en el Colegio de Médicos del Estado Zulia, el pasado 19 de octubre. Mediante un caso estudiado, demostraron que la leche materna “sigue siendo la primera, única y mejor opción para el bebé y su progenitora”.

La capacitadora de Lactancia Materna, certificada por la Unicef, narró que a su consulta llegó una paciente referida por otra colega. “Una lactante que actualmente tiene 8 meses de edad, quien al mes de vida presentó muy poca ganancia de peso, por lo que su pediatra le recomendó complementar la lactancia materna con una fórmula sustituta, pues consideraba que el alimento natural era insuficiente”.

Pero la madre pidió una segunda opinión, pues ella creía que su leche no era el problema. Esta decisión amplió el panorama y, a la postre, aseguró la calidad de vida de la pequeña basándose en una detección temprana.

La doctora Sánchez evaluó la leche de la madre y también la asesoró sobre una técnica de lactancia materna. Transcurridos 15 días, reevaluó a la niña y encontró que esta solamente había aumentado 50 gramos en su peso corporal, todo lo contrario de la ganancia esperada, aproximadamente 300 gramos, que es el promedio registrado con la recomendación indicada.

Ante estos hallazgos, la doctora Sánchez indicó descartar la presencia de una enfermedad metabólica de origen genético, integrando un equipo de especialistas para esclarecer el caso y ayudar a esta familia. A la bebé se le realizaron distintos estudios. Fue llevada a consulta genética y se remitió a un nefrólogo pediatra y a una endocrinóloga pediatra.

El diagnóstico: Hipoparatiroidismo congénito, un trastorno hereditario heterogéneo muy poco frecuente, caracterizado por el déficit de Parathormona, de calcio, fósforo y vitamina D, que puede afectar el crecimiento y desarrollo del niño (huesos, intestino, riñones), si no es tratado a tiempo.

Con este resultado, aplicaron el tratamiento médico con una visión integradora del caso. La doctora Sánchez informó que “el pronóstico de la pequeña es bueno, ya que se hizo un diagnóstico precoz.

La bebé lleva un desarrollo psicomotor adecuado, con los bene cios de una lactancia materna exitosa y feliz, más alimentación complementaria. Junto con el tratamiento médico indicado por el nefrólogo y la endocrinóloga”.

Lo más interesante y lo que desea que rflexionen sus colegas es que, ante algún déficit de peso, talla o algún trastorno aparente en el lactante, no piensen que el problema está en la leche materna y decidan complementar con fórmula. “Por el contrario, se debe continuar la lactancia materna exclusiva, corregir la técnica de lactancia materna (de la mano de una consejera de Lactancia Materna) y buscar la causa del problema”.

Para la pediatra, cuando las madres amamantan, producen un círculo virtuoso que genera recursos tangibles e intangibles aportando formación educativa y en valores a su descendencia y entorno.

“De esta forma, se pueden mejorar las condiciones materiales de vida e impactar positivamente en el seno de su familia y de nuestra sociedad en su conjunto”, señaló la consejera de Lactancia Materna.

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