Debaten consecuencias del Arco Minero del Orinoco
En casi 112 mil kilómetros ancestrales, ricos en cultura, biodiversidad, agua y zonas boscosas, hay oro, bauxita y coltán, entre otros minerales que se perfilan como la salvación para un país financieramente quebrado. A eso le denominan el Arco Minero del Orinico.
El Estado va por el oro. Las reservas en el Arco Minero del Orinoco son siete mil toneladas, lo que equivaldría a 280 mil millones de dólares en moneda actual. Esto le daría a la nación un tiempo potencial de 70 años de extracción.
El sábado en la mañana, en la Facultad de Ciencias de la Universidad del Zulia, se debatió sobre el costo social y ambiental que implica extraer minerales en Amazonas y Bolívar: oro por agua, básicamente.
Esta conclusión la aportó el militar retirado Clíver Alcalá y el ambientalista y defensor de los derechos indígenas Lusbi Portillo. Ambos fueron los ponentes de Arco Minero en Zulia y Guayana, derechos constitucionales, territorio indígena y soberanía. La licenciatura de Antropología y el Grupo Antropológico Sabino Romero los juntaron para el análisis.
Clíver Alcalá fue el primero. Asomó las violaciones que se le hacen al marco legal venezolano: Constitución Bolivariana de Venezuela, Ley de Diversidad Ecológica, Ley Orgánica de Ambiente, Ley Forestal de Suelos y Agua y Ley de Tierras y Desarrollo.
La primera gran violación es que toda actividad minera debe ser consultada primero con las comunidades indígenas. Y eso nunca pasó. La opinión de los 17 pueblos ancestrales que rodean la zona de desarrollo no se tomó en cuenta.
El eje fluvial de Amazonas y Bolívar se seca. Cinco mil 250 kilómetros de ríos peligran por explotación y extracción de los minerales que allí hay. Y sin agua, ¿cómo funcionan las hidroeléctricas?
Lusbi Portillo, en su intervención, propuso tomar las calles. Poco se hace con emprender gestiones jurídicas sin manifestarse. Debe haber un acompañamiento. En su discurso, rechazó la apertura de tres nuevas minas alrededor de los principales embalses del Zulia.
