Con sermones, adoraciones y procesiones inician las ceremonias centrales del Viernes Santo
A las 2:00 de la tarde de este Viernes Santo comenzó el rezo de las Siete Palabras, que recuerda las últimas frases que Jesucristo pronunció antes de dejar su vida en la tierra. “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”. Ese fue el manifiesto de Jesús para eximir a sus verdugos.
La coral gregoriana de la Catedral de Maracaibo es la encargada de entonar cada una de las expresiones del Hijo de Dios, asentadas en la Santa Biblia. El versículo 3 del evangelio de Lucas reseña la segunda frase: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Cristo se refería a uno de los hombres que estaba por morir a su lado.
Con la tercera frase, Jesús encargó a la Virgen María el resguardo de la humanidad. “Mujer, he ahí a tu hijo; hijo, he ahí tu madre”, manifestó. La siguiente palabra estuvo cargada de dolor: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Al igual que algunos seres humanos, Cristo se sintió solo, en medio del sufrimiento que enfrentaba.
“Tengo sed”, dijo después el Hijo de Dios. La “fuente de vida” padeció así por los pecados de los hombres. El versículo 30, capítulo 20, del libro de Juan recoge la sexta frase: “Todo está consumado”. Jesús estaba a segundos de morir.
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, es la última frase que dijo el Cordero de Dios antes de partir a la vida eterna.
El Sermón de las Siete Palabras inició en 1932, a petición del arzobispo Remigio, en la ciudad de Valladolid (España). La Cofradía de las Siete Palabras organizó un ejercicio en la Catedral de esa metrópolis con la asistencia de las primeras autoridades religiosas, civiles y militares, así como representantes del resto de las 20 cofradías, según reseña la historia.
Otros ritos
La Celebración Litúrgica de la Pasión del Señor inició en la Catedral de Maracaibo a las 3:00 de la tarde, con la lectura de los escritos del profeta Isaías, quien anunció la venida del mesías que salvaría al mundo de sus faltas graves.
Los feligreses participaron después en la Adoración de la Santa Cruz. Tras una breve homilía, el padre Jesús Quintero, párroco del templo, descubrió poco a poco la cruz que envolvía un manto rojo, en representación de la sangre que derramó Cristo para lavar los pecados de la humanidad.
La Procesión del Santo Entierro se desarrolla a las 5:00 de la tarde. Los fieles siguen las imágenes del Santo Sepulcro y de la Virgen Dolorosa para recordar a quienes estuvieron al pie de la cruz. El recorrido parte desde la Catedral y pasa por la calle Venezuela, el Monumento a la Virgen de Chiquinquirá, la calle Ciencias y regresa al principal recinto religioso de los zulianos.
