El diario plural del Zulia

Colegios retienen a maestros con bolsas de comida y bonos

Los directores de diversos institutos privados ejecutan acciones para evitar el éxodo de sus docentes y obreros

La imposibilidad de adquirir la canasta alimentaria en los docentes y obreros de los planteles privados de Maracaibo, debido al impacto inflacionario, ha motivado a los padres y directivos de dichas instituciones a reunir alimentos para ayudar con bolsas de comida al personal, y evitar así las renuncias en estampida.

El valor de la solidaridad germinó en los representantes de las unidades educativas situadas en las parroquias Santa Lucía, Raúl Leoni, Chiquinquirá y Coquivacoa, quienes con asombro ven cómo la educación de sus hijos emigra sin preaviso, huyendo de la despiadada crisis país.

En el Colegio La Epifanía, del sector Paraíso, la Asociación de Padres y Representantes planteó, a mediados de enero, donar bolsas de comida a los empleados del instituto, según precisaron los propios los representantes. “Las religiosas del colegio observaron pálidos a algunos obreros, les preguntaron qué les ocurría y respondieron que no habían desayunado porque la comida solo alcanzaba para sus hijos”, aseveró Euclides Molleda, padre de una estudiante de tercer año.

En ese recinto educativo también se otorga almuerzo dos veces por semana para cubrir las necesidades nutricionales de la nómina. Algunos padres donan hasta cuatro kilos de carne, entre otros rubros, para preparar los platos, aseguró Molleda. Miembros de la Zona Educativa visitaron la escuela al conocer la medida; pues creyeron que se trataba de una decisión impuesta, pero al constatar que fue tomada en consenso, se retiraron del lugar sin objeciones.

Entre bonos y ajustes Trascendió, según la información de los padres y representantes, que diversas instituciones privadas de Maracaibo incrementaron el precio de la matrícula escolar, previa consulta en asamblea, para ofrecer pagos adicionales a maestros y obreros. “Estuvimos de acuerdo con el aumento. Así se otorga un buen pago a los maestros, se evita que renuncien y que eso afecte la educación de nuestros hijos”, comentó un progenitor.

En el Colegio Nuestra Señora de Chiquinquirá, situado en la avenida 8 (Santa Rita), un padre aseguró a Versión Final que luego de una asamblea de representantes, “se aprobó por mayoría un bono de ayuda especial de dos millones y medio de bolívares”.

Se desmayan

Una empleada de la Unidad Educativa Colegio Altamira, ubicada en Doral Norte, precisó que algunos trabajadores se han desvanecido por no alimentarse adecuadamente.

La comunidad educativa, preocupada por la pulverización de los salarios, propuso formar un grupo de cinco representantes por sección para organizar colectas de alimentos. “Aún no se ha concretado. Esperamos que se logre para beneficiar a los trabajadores con las cestas de alimentos”, destacó la trabajadora, que prefirió resguardar su identidad.

Comentó que esta medida se planteó en otro centro educativo privado de la zona, pero que los padres no estuvieron de acuerdo y demandaron a la escuela. Bonos de transporte Algunos empleados invierten Bs. 10.000 o más en el traslado diario desde sus hogares hasta los centros de estudio donde laboran.

Por ese motivo, algunos recintos educativos ofrecen un incentivo monetario que permita cubrir esos gastos. Al menos 33 trabajadores de la Unidad Educativa Neida Meleán, en la parroquia Raúl Leoni, cobran un bono de transporte mensual de 150 mil bolívares. “No es mucho, pero ayuda. La mayoría del personal vive cerca”, indicó la directora, Zoraida Casserino; quien añadió que además cuentan con ventas de combos de alimentos en un supermercado de la zona con apoyo del Consejo Comunal Alto Prado.

Crece la deserción Yofrina Castro, directora del Colegio Ave María, en Las Lomas, señaló que a los docentes y obreros se les otorgó una compensación de Bs. 300.000 para evitar el ausentismo.

Sin embargo, los maestros y empleados de otros entes no corren con la misma suerte. En la Unidad Educativa Manuel Puchi, en Integración Comunal, el alto costo de los alimentos y la escasez de efectivo para trasladarse de sus hogares a la institución ha generado la renuncia de 15 docentes y el retiro de 50 estudiantes, en los tres niveles.

Los padres y representantes zulianos buscan frenar la diáspora de maestros, que según la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas alcanza el 30 %, y de estudiantes que se sitúa entre el 14 y el 20 % en todo el país.

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