El diario plural del Zulia

Choferes desbordan estaciones de servicio

Alas 10:00 de la mañana de ayer, ya se habían colocado los avisos de “cerrado”, en la estación de servicio La Limpia. Los choferes que desde tempranas horas formaban una larga cola, se vieron obligados a retirarse sin recargar sus tanques.

El despacho es irregular en la gasolinera, cuenta el “bombero”, Andy Romero. Solo dos o tres veces a la semana llegan las gandolas con el combustible, cuando debería ser todos los días.

Romero, al igual que los trabajadores de otras estaciones de servicio de la ciudad, desconocen a ciencia cierta la razón de la intermitencia de la distribución, sin embargo, asoman la posibilidad de que tras las constantes protestas se esté regulando el combustible, por temor a que las gandolas sean atacadas.

En gasolineras como la de Los Olivos el combustible llega de forma regular. Todos los días. La cola parece interminable, porque los usuarios de otros sectores se trasladan hasta allí para recargar los tanques de las unidades.

Tanquean lo mínimo

“Hay nerviosismo. La gente viene y hace esta cola para llenar nada más siete o diez litros de gasolina. Dicen que no quieren quedarse sin combustible porque no se sabe qué pasará en el país”, comentó Rafael Urdaneta, quien despacha en la estación de servicio de Los Olivos.

La gasolinera de La Curva estaba cerrada desde tempranas horas, contó Mari Carmen Perozo, quien se trasladó desde el sector hasta Los Olivos, para llenar el tanque de su camioneta Chevrolet.

Hay bombas cerradas por todos lados. Y donde hay gasolina están a reventar. Las colas son interminables”, aseguró Perozo.

Unas 24 horas, aproximadamente, pasó la estación de servicio La Fusta sin gasolina, en días pasados. La gandola no llegaba y se vieron obligados a cerrarla, relató Brandon Castro, trabajador del lugar.

Aún cuando el sistema del chip de la gasolina permite tanquear 42 litros diarios, hay personas que recargan menos de 10 litros, para no dejar vaciar el tanque.

La desinformación es constante. Los trabajadores de la estación nunca saben cuándo vendrá la gandola con el combustible. “Si se nos acaba y no llega debemos cerrar. No tenemos de otra. Hemos pasado un día entero sin combustible”, señaló Brandon.

Desde hace tres semanas aproximadamente, se viene presentando la situación, según el despachador de gasolina.

Los trabajadores de las estaciones coinciden en que no son normales los retrasos en la llegada de las unidades con el combustible. “Ver las ‘bombas’ cerradas genera estrés en la gente. Se desesperan y por eso tanquean todos los días, así no gasten tanto combustible”, señalan.

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