El diario plural del Zulia

Caos por rotura de tubería de aguas blancas

Hasta los cables llegaba el chorro de aguas blancas en el barrio 11 de Febrero, ubicado en el sector Cañada Honda, exactamente al costado del Hotel Aladdin. A ellos ni el cumpleaños de la popular zona los salvó de la desasistencia de las instituciones públicas.

El agua caía en la cañada que da la bienvenida a la barriada, aunque parte de ella bañaba el asfalto de la avenida 33, es decir la avenida principal del sector.

“Tenemos 25 años con este problema, arreglan la tubería madre que suministra el agua y vuelve a romperse”, así lo cuenta Gloria García quien señala los dos orificios por donde se escapa el vital líquido.

A los vecinos les duele ver como muchas zonas del Zulia pasaron años en sequía y ahora que hay abundancia, “se está desperdiciando por culpa de Hidrolago”.

Los innumerables llamados no les solucionan la rotura, definitivamente. “Ellos llegan y lo que le colocan son estacas de madera que luego, cuando llega la fuerza de agua eso se vuelve a romper”, prosigue Gloria.

Los vecinos se levantaron esta mañana con el caos en frente de ellos. Han vivido en angustia constante con la cañada que les pasa en frente. Cuando llueve, el agua se mete hasta los cuartos de las casas, debido a la basura y a los árboles que han crecido dentro del cauce. “Somos el barrio del olvido. Aquí nadie nos ayuda solo pasan y listo”, exclaman en conjunto. Esperan que por lo menos limpien la cañada y coloquen otra tubería de suministro porque la actual está oxidada.

Enfermedades

Cinthia González reside frente al lugar. Ella narra como los cuatro niños de ocho, seis, cuatro años y ocho meses presentan problemas respiratorios. Se enferman de neumonía y otras afecciones a consecuencia de la humedad constante.

“Es horrible lo que vivimos aquí. Los niños se nos enferman y nadie hace algo”.

Denuncia que el chorro llegó a mojar los cables de alta tensión y temen que haya una desgracia en plena vía. “Nosotros llamamos a Hidrolago y nos dicen que no tienen herramientas para reparar el bote”.

Una cuadrilla de la hidrológica zuliana pasó por el lugar y comenzó a poner madera en la tubería.

“¡Siempre hacen lo mismo y eso no soluciona nada!”, grita Gloria de nuevo.

Temen que el dengue se apodere de ellos porque los zancudos han empezado a aparecer con el estancamiento del agua.

A Gloria le robaron su carro entrando a la comunidad. De noche el lugar parece una cueva porque no existe el alumbrado público. Denuncian que la inseguridad merodea constantemente y sin impedimento de la policía ya que los cuerpos de seguridad están ausentes.

Ellos manifiestan que las empresas que están cercanas a la barrida deben ayudarlos como trabajo de responsabilidad social. “No aportan nada, lo que hacen es enviarnos todas las aguas negras hasta la cañada para que colapse más”, vuelve a intervenir Gloria, refiriéndose al hotel.

El exhorto lo hacen a la Alcaldía de Maracaibo, a la Gobernación del Zulia y a Hidrolago.

“De nuevo volvemos a hacer los llamados porque lo que decían era que el presidente de Hidrolago era nuevo y que se estaban tardando los procesos, ahora no sé lo que sucede”, expresa Richard Bríñez.

También hacen un llamado a los funcionarios del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia para que combatan la delincuencia en la zona.

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