El diario plural del Zulia

Bloqueo fronterizo abre caminos a la desidia

La carretera ha sido su lugar de trabajo. Ha recorrido La Troncal del Caribe por más de 30 años y nunca había sido víctima del maltrato. Madruga todos los días. Es padre y sostén de hogar, lleva el pan a su casa, o mejor dicho, llevaba, pues desde el pasado 7 de septiembre, la orden del presidente Nicolás Maduro lo ha dejado con la mirada perdida ante las escasas posibilidades que existen de que pueda transitar libremente hasta la frontera colombiana.

Ángel Ruíz es uno de los 2.500 conductores que llevan pasajeros hasta la frontera; además, es presidente de la Cooperativa de Expresos Maicao, pero desde hace cuatro meses y 25 días, el tráfico libre es invivible.

La desidia los arropa. Extorción, alcabalas improvisadas, el maltrato verbal de los cuerpos de seguridad que a su juicio “no controlan ni resguardan” el perímetro fronterizo, son parte del grave problema que los ha conducido a reuniones sin salida, peticiones sin respuestas por parte de las autoridades. Es decir, un cierre que solo abrió caminos a la desesperanza y la masificación del bachaqueo.

¿Hampa verde?
Juan Restrepo, presidente de la línea de La Trocal del Caribe, informó que los diez jefes de las rutas que hacen vida en esta zona, se reunieron la semana pasada. Cansados de pedirle a las autoridades de los tres niveles de gobierno que se avoquen a solucionar el problema frontera, pero el silencio persiste.

“Nosotros vivimos del pasajero”, enfatizó, y aseguró que no trasladan a los bachaqueros, al contrario, dan respuestas a los estudiantes, a los trabajadores que viven en Colombia y trabajan en Venezuela, o viceversa. “Desde que la frontera está cerrada solo salen dos carros por línea. Los compañeros están pasando aceite”, expresó.

Los culpables, para los dueños del volante, no son más que los efectivos de la Guardia Nacional. Estos han creado alcabalas con el objetivo de extorsionar a los carros porpuestos. “Si no le das cierta cantidad de dinero, te devuelven el carro”, destacó Restrepo.

En el camino, mucho antes de que se diera el bloqueo de frontera, por la vía solo existían unas seis alcabalas. Los números han incrementado. Para mediados de 2015, los choferes denunciaron unas diez alcabalas en la vía. “Pero ahora hay más de 16. Desde Maracaibo hasta Guarero te quitan desde 500 hasta mil bolívares; mientras que desde Guarero hasta donde se pueda llegar, te quitan entre dos mil y tres mil bolívares”, acotó el presidente de la línea de La Troncal del Caribe.

Los choferes admitieron que la situación no siempre fue así. “Cuando estaba el General Graterol acordamos que podíamos transitar hasta Guarero, pero ahora, desde Plaza de Toro hay alcabalas de la Guardia, extorsionándonos” puntualizó Restrepo.

Bachaqueo intacto
Ruíz contó que en el trayecto son pocos los carros por puestos que llegan a la zona. Cuesta. Meterse por trochas es una opción, que si rezan bien, pueden llegar a salvo. Las casas escondidas por la zona también crean trabas. Cuelgan mecates, y los niños salen a cobrar, cierran los portones para cobrar por el acceso, otros cavan huecos, para que los carros caigan y ser sometidos a robos y hurtos. No hay seguridad para prestar el servicio.

Además, del descontrol que se percibe en las largas colas que forma la misma Guardia Nacional. “Ahí son más de dos horas, todos los carros son particulares, de bachaqueros. Esto no se ha acabado, más bien se ha intensificado. Los Guardias Nacionales cobran su tarifa y los dejan pasar”, denunció Restrepo.

El robo de vehículos se ha vuelto rutinario en el trayecto de la frontera. Van más de cien unidades detenidas por los cuerpos de seguridad que custodian la zona, denunció el Marcos González, conductor de la ruta Bomba Caribe.

La orden presidencial no se ha dado. Por lo que han decidido “alzar la voz. Somos padres de familia que no están llevando el sustento a casa”, le recordó Ruíz a las autoridades nacionales y regionales.

Única petición
Transitar sin extorción. Fue la petición que destacó de la reunión con los miembros de las líneas: Sur de Paraguachón, Plaza de Toros, Bomba Caribe, San Benito, Perijá- Maicao, Quinta Avenida, La Troncal del Caribe, Curva- Maicao, y otras. Darán plazo de esta semana para que las autoridades se pronuncien, de lo contrario, se concentrarán para exigir que los dejen llegar hasta el peaje, lugar donde normalmente dejaban a sus pasajeros.

El señor Ruiz exigió que se les respete el derecho al trabajo, oficio con el que ha levantado a su familia, formado a sus hijos. Que los dejen trabajar con libertad, y garantía de seguridad, pues al final ellos logran el intercambio empresarial, y hasta académico de ambos países.

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