Barrios y urbanizaciones se convierten en vertederos
Eran las 12:00 del mediodía. Luz Rodríguez trataba de llevarse con una mano el bocado de su almuerzo, con la otra espantaba las moscas que rondaban su plato. Desde diciembre el aseo urbano no pasa por los alrededores de su hogar, ubicado en el barrio Los Claveles, sector Mi Chinita. “La basura se acumula y la cantidad de moscas incrementa cada día.
Aunque tengamos las puertas y ventanas cerradas siempre se meten a nuestras casas”, expresó la mujer de 54 años. Más de 80 familias son afectadas por el vertedero a cielo abierto presente en el sector. Al igual que los habitantes de las residencias Parque la Colina, localizado frente a la barriada.
La incineración de los desperdicios lanzados a la entrada del conjunto residencial por vecinos y transeúntes, es otra situación que perjudica a la comunidad. En la primera semana del 2018, han quemado la basura tres veces para deshacerse de los insectos y malos olores, aseveran los residentes.
En las adyacencias del Centro de Educación Inicial (CEIN) La Trinidad permanecen las montañas de basura, a tan solo dos días del regreso a clases, el lunes 8 de enero. La avenida 41 del sector Cañada Honda también se convirtió en un basurero. “Deben recoger los desechos sólidos en los barrios y urbanizaciones. Solo retiran la que está en las avenidas principales”, señaló Alfredo Chirinos.
Gestión
El alcalde Willy Casanova anunció la aprobación de nuevos recursos para el operativo de limpieza y recolección de desechos sólidos. Los fondos serán destinados para “reforzar la flota de camiones compactadores necesarios para restablecer el sistema de recolección que nos va a permitir salir de la situación de emergencia”, detalló. Desde ayer dispondrá de diez volquetas y 15 gandolas.
Algunas permanecerán en la Circunvalación 2, hasta lograr el saneamiento de la vía. El ayuntamiento implementará el uso de contenedores y, el lunes, presentará ante la Cámara Municipal una ordenanza para evaluar el costo del servicio de recolección de basura.
