Ahora es un lujo conseguir panes en San Francisco

La crisis por la falta de harina de trigo que atraviesan los panaderos del municipio San Francisco pica y se extiende, para los habitantes de esa jurisdicciòn, quienes diariamente se sienten golpeados en el bolsillo por el excesivo precio del pan.

Y es que desde principios de año los panaderos del sur han manifestado sus inconvenientes para obtener la materia prima que necesitan en la elaboración no solo del pan, sino de todos los derivados del producto que se expenden en sus locales.

Las colas frente a los establecimientos ya no solo son por los productos regulados, basta pasar en las tardes por algunas de las panaderías y observar la gran cantidad de personas que se apostan en las puertas de los negocios para lograr adquirir el ansiado pan.

El motivo de este panorama es el mismo, la falta de divisas para comprar el producto por parte de los molinos nacionales. Esto ha llevado a que muchas de estas empresas como Monaca, cierren sus puertas técnicamente hasta tanto el Gobierno nacional desembolse los dólares para dicha compra.

Frank Vera, dueño de la panadería Yumar, en Sierra Maestra, manifestó que la inconstancia de la distribución los ha llevado a mermar su producción. De seis sacos de harina que hacían a diario ahora solo puede realizar la mitad, es decir solo ofertan unos 3.300 panes.

La situación tambalea incluso el bolsillo del comprador, dado a que los encargados de las panaderías colocan normas para la compra del pan, donde el usuario también debe llevarse otro artículo para palear y mantener el negocio a flote.

“No es que nosotros seamos inconscientes, pero las personas deben entender que nosotros pagamos impuestos y tenemos compromisos que saldar que solo con la venta del pan no podemos cumplir”, aseguró Vera.

Tanto el pan dulce como las variedades de pan de hamburguesa y perros calientes han desaparecido de los anaqueles de estos comercios. Los panaderos refieren que la cuota que producen a diario solo les alcanza para la presentación del pan francés; el dulce es un lujo, dado a que el azúcar no se consigue y prefieren ofrecer solo el salado.

Limitación en la compra
La queja de los sanfranciscanos es al unísono cuando llegan a las panaderías y se enteran que solo les venderán de 10 a 20 panes por persona.

Beatriz Atencio manifestó que en su casa hay más de ocho personas y esa cantidad no es suficiente por lo que optó por llevarse varios familiares y lograr la cantidad deseada.

Los usuarios ven con asombro e inconformidad al tener que reducir sus compras, sobre todo cuando se trata de familias grandes y se ven obligadas a consumir menos.

El producto solo es localizado en apenas el 50 % de las panaderías sureñas en horas de la tarde. Unos preparan en la mañana y otros a las 6:00 p. m. Algunos exponen que solo prenden el horno cuando tienen harina para amasar, lo cual cada vez se hace menos frecuente.

Deseos de los panaderos
Otro que espera que el Gobierno nacional ceda en la entrega de divisas para poder mantener las puertas de su negocio abiertas es Martín Solano, encargado de la panadería y pastelería Sol, ubicada en el sector Betulio González.

Para Solano la crisis de la harina se ha incrementado los últimos dos años, llevando a los propietarios a aumentar el precio del producto casi semanalmente. Y es que al no conseguir el saco de harina a su precio justo de Bs. 5.500 deben acudir al “mercado negro” o buscarlo “bachaqueado” para cumplir con los clientes; generando mayores gastos y por ende el incremento del precio.

Destacó que cuando las empresas comiencen a comprar con la nueva asignación de Bs. 10 por dólar para la compra de alimentos, está seguro que el pan llegara a costar no menos de Bs. 70.

Piden fiscalización
Los panaderos de la zona piden poner “ojo pelao” a las personas que se aprovechan de la crisis del trigo para vender los sacos a sobreprecio de hasta Bs. 30 mil. “A veces no nos queda de otra y salir a comprarlo a ese precio pero no es justo que las autoridades sepan de esta situación y no hagan nada para darle un parao”, refutó Solano.

Mientras tanto los sureños han debido cambiar su rutina habitual en su visita a las panaderías teniendo que “cazar” la hora de la salida del pan para lograrlo.

Douglas Mavares, cliente de la panadería Sagres en Sierra Maestra, dijo que es una falta de respeto tener que hacer una cola para comprar el pan, incluso aquellas personas que no acuden a buscar el producto deben hacer la misma cola para lograr ingresar al establecimiento.

“Esto es inconcebible, no sé hasta dónde nos va a llevar esta situación de precariedad y desidia”, agregó.