El diario plural del Zulia

A un mes de las protestas, Maracaibo sigue herida

Árboles mutilados, señalización destruida y espacios públicos calcinados se observan en la ciudad

Un mes después de que cesaran las manifestaciones de calle que duraron más de 140 días en todo el país, en la Tierra del Sol Amada aún se evidencian las huellas de lo ocurrido. Entre árboles talados y semáforos sin funcionar transcurren los días.

El pasado lunes 24 de abril se derribaron cuatro semáforos de la avenida Guajira, justo en la entrada del sector Mara Norte. Hasta la fecha no se han sustituido.

La denuncia la realizó entonces Patricia González, presidenta del Instituto Municipal de Transporte Colectivo y Urbano de Pasajeros de Maracaibo (Imtcuma).

Se trata de acciones vandálicas y de grupos delictivos, no de personas que manifestaban pacíficamente”, afirma. No obstante, el mal está hecho: Poco de lo perdido se ha recuperado.

Según indica González, trabajadores de la Alcaldía de Maracaibo contabilizan que durante los últimos dos meses se ha perjudicado unas 56 intersecciones con semáforos, de las cuales 42 han sido restauradas. La ciudad espera por el resto.

Colapso vial

En la prolongación de la Circunvalación 2, justo a la altura de la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE) un funcionario de Polimaracaibo hace las veces de semáforo.

“Son dos turnos, uno de ocho de la mañana a dos de la tarde y otro desde las dos hasta las cinco”, comenta. En esa zona también se perdieron cuatro dispositivos de señalización. A las 6:00 de la tarde, hora pico en la que ya no se encuentran los fiscales de tránsito, cruzar la arteria vial deriva en una larga espera y en el motivo de discusión de los conductores.

“Los semáforos de ese lugar representan una mayor inversión, pero también serán reparados”, añade González.

Ataque a entes públicos

Otro de los rastros en los días de protesta en contra de las políticas del Gobierno nacional es la arremetida a los organismos que prestan servicio a la colectividad en general.

Hasta el día de hoy, el Banco Bicentenario de La Limpia presta sus servicios, a pesar de presentar un boquete en una ventana del segundo piso.

Sucedió hace casi cuatro semanas, según da cuenta una trabajadora de la zona. Los dos cajeros automáticos ubicados en el área externa fueron calcinados.

“No sabemos cómo ocurrió porque no estábamos aquí, pero lo grave es que pase el tiempo y eso no se repare”, comenta.

La sede del Instituto Nacional de Hábitat y Vivienda (Inavi), ubicado al lado de la Basílica de Chiquinquirá, también fue uno de los blancos escogidos. Grupos delincuenciales la quemaron en cuatro oportunidades.

En el interior de la construcción aún se desprende un olor a materiales calcinados. Documentos y copias de cédulas de identidad están regados en el suelo de la edificación tiznada, casi por completo, de un color negro.

A mediados de mayo, lo mismo ocurrió en las oficinas de la Defensoría del Pueblo, al frente del Inavi, también en el casco central de la ciudad.

Árboles talados

Pero sin duda un hecho que tomará años en resarcirse es el corte indiscriminado de la vida vegetal. Según explican ambientalistas, un árbol talado demora entre siete y diez años en recuperar la altura que poseía antes de ser mutilado.

Solo en el sector La Trinidad, específicamente en la avenida 15-J con prolongación de la Circunvalación 2, ocho árboles quedaron reducidos a la mitad del tamaño que poseían.

En la calle 62 con avenida Universidad del sector Las Mercedes, fueron cinco los árboles que perdieron sus ramas y hojas.

“Es un desastre total. Las autoridades no le han puesto dedicación a estas cosas. Se están perdiendo los sitios históricos”, expresa Carol Ordóñez, estudiante de Contaduría Pública.

En estas condiciones, el próximo viernes 8 de septiembre Maracaibo cumplirá 488 años de fundada.

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