El diario plural del Zulia

Un 37% del Lago no tiene vida

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Desde que Alonso Ojeda “descubrió” el Lago de Maracaibo hace 517 años, este cuerpo de agua dulce se convirtió en el principal reservorio de Venezuela y uno de los más importantes de Suramérica.

 

Sus imponentes 13.210 kilómetros cuadrados representan hasta el sol de hoy el sustento de familias enteras dedicadas a la pesca, a pesar del acelerado envejecimiento originado por factores como derrames petroleros, salinización y la inexistencia de políticas de protección y conservación en los principales ríos zulianos que desembocan en el Lago, según el ambientalista y secretario general del Movimiento Ecológico de Venezuela (Movev), Marcelo Monnot Caridad.

Monnot advierte que actualmente más de 20 especies están en constante riesgo, por estos factores mencionados. Entre ellas destacan la corvina, la lisa o lebranche, los camarones, cangrejos azules, bocachicos, meros y bagres, por ser los conocidos y comerciales, además de las toninas o del - nes del Lago, catalogado como especie en vías de extinción.

Al menos 135 ríos conforman el sistema de drenaje de la cuenca hacia el Lago de Maracaibo, por ende, el deterioro progresivo de estos afluentes contribuye a maximizar los niveles de eutrofización proceso provocado por un exceso de nutrientes en el agua, principalmente nitrógeno y fósforo que compromete el tiempo de vida del ecosistema lacustre, explica Monnot.

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El experto en ambiente señala al aumento progresivo de la cuña salina a través del canal de navegación, como responsable de una constante de lago anóxico –ambiente que carece de oxígeno, donde la pérdida de microfauna y ora se acelera de forma alarmante, sobre todo en el centro del reservorio.

La tala indiscriminada de mangles negros y blancos aumenta a un ritmo peligroso, acelerando el proceso de extinción en la Costa Oriental y Sur del Lago de Maracaibo, ya que estos son nichos importantes para el desove puesta de huevos de los peces y al no tener esas ricas áreas cargadas de nutrientes, origina éxodo de peces a otros espacios, también comprometidos desde el punto de vista biológico”, refiere Monnot.

“A esto le sumamos los 90 barriles aproximadamente que se derraman, provenientes de las diferentes plantas de Pdvsa, según reiteradas denuncias del Colegio de Ingenieros del Zulia”, resaltó el ambientalista.

“Las especies se adaptan”

Sin embargo, el biólogo Anderson Sara asegura que el Lago está en un “perfecto equilibrio ecológico”, debido a la capacidad de carga posibilidad de los sistemas de regular los eventos externos para mantener el equilibrio.

“Las especies se adaptan, como todos los seres vivos. Hay eventos específicos que pueden afectar de una u otra de forma puntual alguna filtración o derrame de petróleo, pero solo vincula a especies que se encuentran en ese sitio determinado”, comenta el biólogo.

Mientras no se vean ese tipo de eventos, se asegura la existencia de equilibrio y adaptación, según la dinámica propia del Lago de Maracaibo, en relación a todos los componentes del ecosistema.

“Sí hay eutrofización, pero podría ser considerada común, porque los lagos tienden a presentar este proceso. Además el tema no se puede manejar como si se hablara de un lago normal, porque el nuestro no lo es. Si definimos un lago desde el punto de vista biológico y ecológico, sería un cuerpo de agua rodeado de tierra, y el nuestro tiene una entrada marina y de afluentes de ríos, por lo que es más un estuario”, aclara Sara.

Para el biólogo, efectivamente el reservorio zuliano está contaminado, principalmente por las descargas puntuales de aguas servidas, los derrames de petróleo, y la actuación del canal de navegación, que permite la entrada de la cuña salina desde el Golfo de Venezuela, pero el sistema del estuario zuliano y las especies que en él habitan son más fuertes que los factores contaminantes.

Sin oxígeno no hay vida

Luis Soto Luzardo, presidente del Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Iclam), refiere que los estudios realizados desde esta asociación demuestran que el 37 % del Lago no tiene oxígeno, o presenta niveles muy bajos. “No puede haber vida animal, ni adaptación a esas condiciones, la existencia es excepcional”, asevera Soto Luzardo.

Uno o dos miligramos de oxígeno disueltos por un litro de agua son los niveles más bajos registrados, conformando las zonas hipóxicas, que junto a las anóxicas representan el 37 % del reservorio.

“Este porcentaje constituye unos 50 mil millones de metros cúbicos. Más de 70 veces el volumen de Manuelote, Tulé y Tres Ríos, embalses que surten de agua a Maracaibo, San Francisco, Mara, Jesús Enrique Lossada, Insular Padilla y Miranda”, explica el presidente del Iclam.

De los 270 mil millones de metros cúbicos que tiene el Lago de Maracaibo el volumen anóxico ocupa la tercera parte, según el ingeniero.

En cuanto a los factores contaminantes, Soto Luzardo concuerda con Monnot en las consecuencias nefastas de la eutrofización, ocasionada principalmente por la producción ganadera en zonas como la del Sur del Lago, donde se talan árboles para sembrar pasto, lo que ha hecho que un exceso de nutrientes vengan al Lago y más con las corrientes fluviales.

“Nadie se puede imaginar que el Lago esté dañado por la actividad agrícola, se lo atribuyen principalmente al petróleo y a las aguas servidas”.

 

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